¿Cómo sería el sofá más caro del mundo? ¿Qué tipo de lujos tendría? Son preguntas con difícil respuesta. Pero, pese a ello, en Aspronaga tienen las respuestas. El carpintero Gergely Oroski hizo entrega ayer a la entidad coruñesa de su obra: el "sofá más caro del mundo".
Se trata de un proyecto solidario liderado por este carpintero, que quiere enviar un mensaje para "unirnos, ayudarnos, llamar la atención… para entender que somos únicos y, a la vez, iguales". Este artista ha construido diez sofás únicos que dedicará a diez causas diferentes, siendo Aspronaga el destino del primero.
Tras el acto de entrega, Orozsky respondió a las preguntas de las personas con discapacidad intelectual presentes y explicó que este sofá es único porque “me representa a mí mismo porque estoy pasando un cambio. Esta parte oscura es lo que era yo antes, una persona no muy buena, caprichosa… Esta parte azul es lo que intento ser, lleno de costuras y piezas pequeñas. Es el cambio de un lado a otro lado. Significa que cualquier persona, con muchas ganas, puede cambiar”.
Sobre el sofá, dijo que "normalmente nos sentamos con amigos o familiares, no invitamos a cualquiera a nuestra casa". "Un sofá es un espacio pequeño al que me gustaría invitar a las personas para que lo compartan conmigo", señaló durante el acto de entrega. Nicanor Álvarez, presidente de Aspronaga, agradeció el trabajo de Gergely y señaló que su entidad tratará con mucho cariño esta obra.
Se realizarán diferentes entrevistas en este sofá para aportarle un valor añadido. Posteriormente, se pondrá a subasta y su recaudación se destinará a la institución.