El municipio de Cerceda, situado en la comarca de A Coruña, cuenta con una multitud de espacios al aire libre para disfrutar de la naturaleza. El lago de Meirama, también conocido como lago de As Encrobas, es uno de ellos.
Este gran charco de agua dulce, mide 2,2 kilómetros de largo y tiene una profundidad de 205 metros. El Lago, que fue utilizado como mina en el pasado, estaba compuesto por un mineral conocido como lignito, de color negro, baja capacidad calorífica y altamente contaminante, debido a las grandes emisiones de CO2. A partir del año 2008, el lignito desapareció y el hueco de la mina comenzó a llenarse de agua. Posteriormente, en 2016, nació el Lago de As Encrobas, que se presentó como "el gran proyecto de ocio del ayuntamiento cercedense". De hecho, la conselleira de Infraestructuras y Vivienda, Ethel Vázquez, señaló que "la mina debería considerarse un referente medioambiental".
A grosso modo, el Lago cuenta con casi 1.000 especies animales y vegetales diferentes -algunas de ellas son endémicas y de gran valor ecológico-. Además, un proyecto diseñado por la empresa Naturgy, decidió cubrir la zona con 450.000 árboles. Entre ellos destacan los carballos, los pinos, los robles y otros como los abedules o los alisos. Así, el Lago comenzó a rehabilitarse hasta convertirse en lo que es actualmente, un hábitat tranquilo y protegido.
Turismo sostenible y para todos los públicos
El nuevo espacio natural, que desde el mes pasado incluye una playa, ha acondicionado diversos accesos desde la senda del río Barcés. En este momento, los individuos pueden acceder al Lago a través de un paseo perimetral de 6,5 kilómetros que se puede realizar andando o en bicicleta.
En cuanto a la localización, no es complicado llegar al embalse. Los turismos pueden acceder desde las parroquias de As Encrobas y A Enfesta, entre otras.
La restauración del lugar también fomentó la práctica del turismo. Tania Codesido, vecina de Cambre, afirma que "llegó al lugar en coche y aparcó cerca de una de las entradas". "El camino es de piedra y arenilla y en la zona del Lago puedes extender una toalla perfectamente", comenta. Para Tania, "el Lago de Meirama es un lugar natural, con mucho encanto, que no está masificado ni explotado".
Cabe resaltar que el acceso al interior del Lago está vetado, salvo permiso. El objetivo consiste en respetar la flora y la fauna del lugar. Aunque, como planes a largo plazo, se valora la posibilidad de aprovechar el embalse para la realización de actividades lúdicas y deportivas, como la pesca, la vela o el piragüismo.
En definitiva, el complejo minero – térmico de Meirama es un claro ejemplo de aprovechamiento sostenible, que combina la expropiación con la protección del entorno. Además, la buena calidad de sus aguas lo convierte en un depósito muy importante para el municipio de A Coruña y alrededores.