El 10 de septiembre de 1996 estará siempre en el recuerdo de la ciudad de A Coruña. 200.000 toneledas de basura se derumbaron en el vertedero de Bens, provocando un gran desastre ecológico que supuso un antes y un después en las políticas de tratamiento de residuos.

Además de ser una tragedia ecológica, este suceso se llevó por delante la vida de un vecino de O Portiño, que quedó sepultado bajo la basura y cuyo cuerpo nunca apareció. El alud arrastró vehículos, embarcaciones en el puerto y llegó hasta las viviendas.

Hoy, 25 años después del suceso, a la memoria de los coruñeses vuelven las impacientes imágenes de la caída del vertedero de la ciudad. Esta efeméride también ha sido recordada por la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey,

“25 anos despois temos un reto por diante. Seguimos apostando polo modelo de Nostián. Seguimos a senda dun Goberno valente que dun accidente abriu unha gran oportunidade”, dijo Rey, quen subrayó ue “queremos converter a planta de Nostián nunha verdadeira planta de reciclaxe e compostaxe, e reducir a porcentaxe de refugallos que non se reciclan”.

Nuevo contrato para Nostián

La alcaldesa ha anunciado que el Gobierno local adjudicará este mes la redacción del documento para la adecuación de las instalaciones de la planta de reciclaje de Nostián a las nuevas normativas vigentes, para la renovación de sus instalaciones, así como para la licitación del contrato de concesión se servicios de tratamiento de residuos para la gestión de la planta.

El valor estimado del nuevo contrato, según apunta el consistorio, asciende a 272.260.290 euros. Se trata del contrato más cuantioso del Concello, que tendrá una duración de 15 años, y que deberá adaptarse a los nuevos retos medioambientales y de sostenibilidad actuales. El objetivo también mantener los puestos de trabajo y poner en marcha campañas para la mejora del reciclaje.