"10 meses sin Samuel", este es el mensaje que ha aparecido en uno de los bolardos de la Avenida Buenos Aires de A Coruña junto a una rosa roja, justo el punto en el que el coruñés Samuel recibió una brutal paliza que acabó con su vida. Se desconoce quien es el autor de este gesto y son muchos los viandantes que se han sorprendido al ver este detalle.

No es la primera vez que este lugar ejerce como altar improvisado en recuerdo del joven que perdió la vida a causa de las heridas tras la paliza con la que acabó su primera noche de fiesta para celebrar la vuelta del ocio nocturno tras la pandemia. Una jornada que se preveía alegre y que tuvo un fatal desenlace.

Hace meses amigos y familiares depositaron flores, peluches y mensajes en este punto en recuerdo de Samuel Luiz y como condena a lo sucedido, a la ve que los culpables de estos hechos eran identificados con el paso del tiempo y actualmente parte de ellos están en la cárcel a la espera de juicio y dos menores en régimen de internamiento.

"Que nunca más ocurra otro día tan negro como el que vivimos"

El progenitor de Samuel tres días después de su muerte dejó un emotivo mensaje en el lugar en el que varias personas propinaron una brutal paliza a su hijo que termina con un "No a la violencia".

"Hola, soy el padre de Samuel. Quiero primeramente agradecer el excelente trabajo de los equipos del 061 por todo el esfuerzo realizado en cuanto al pronto atendimiento de nuestro hijo. Nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida. Sabemos que vamos a tener un camino muy largo por recorrer, estaremos apoyados en nuestra familia, amigos y compañeros, que nos ayudarán a salir de este camino oscuro. Agradeceros a todos vuestras oraciones y vuestras muestras de cariño. Agradecer a nuestra maravillosa ciudad A Coruña. Gracias de corazón. Que Dios pueda recompensar todo el cariño que nos estáis brindando. Un abrazo muy fuerte a todos y deseamos que nunca más llegue a ocurrir otro día tan negro como el que estamos viviendo", se podía leer en los folios colocados en el suelo.

Varias personas pasan al lado del altar colocado en la acera donde fue golpeado Samuel. M. Dylan