El menú del día es uno de los recursos más prácticos y económicos que utiliza la gente que por motivos de trabajo no tiene tiempo para comer en casa o también para algunos turistas que quieren probar buena comida a un precio razonable. El problema es que en las últimos meses, este ha visto su precio incrementado a causa de la inflación.

Así nos lo explica el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete: "La inflación está desbocada en Galicia, hay productos como el aceite que se han incrementado muchísimo. Esto hace que la cesta de la compra suba y que en el menú del día tenga que repercutir". A esto hay que añadir que la subida del precio de la luz y del gas que lleva meses provocando problemas en la hostelería.

Según asegura Cañete, ahora mismo es difícil encontrar un menú del día que esté por debajo de los 10 euros y calcula la subida media en un euro: "Hay menús de todo tipo, pero suelen andar sobre los 11 o 12 euros. La subida está contenida y la gente lo está aceptado bien, que es algo digno de mencionar".

En lo que se refiere a la confección de los menús, el hostelero apunta a que "hay que buscar soluciones imaginativas". "No es que modifiques los platos, tienes que hacer algo acorde a lo que cueste y quitar los productos que se hayan encarecido".

Panorama complicado después del verano

La situación no es buena en la actualidad, pero todavía empeorará más después del verano: "Habrá una caída del consumo muy alta, no se están subiendo los salarios al nivel del IPC y eso causará una pérdida del poder adquisitivo. Cuando esto pasa, uno de los primeros perjudicados siempre es la hostelería".

A preguntas de este medio, Cañete explica que abrir menos días tampoco solucionaría la crisis que sufren los establecimientos. El hostelero afirma que con esta medida recortas un poco los costes, pero que "los locales siguen teniendo un gasto diario como las cámaras de frío, que funcionan todo el día". A esto añade que en otoño e invierno veremos como muchos locales cierren sus puertas.

Sobre la solución Cañete es claro: "bajar impuestos". El hostelero tilda de "voracidad recaudatoria" las medidas del Gobierno y considera que esto hará que se empobrezcan las empresas y que bajen los salarios. "No es cierto que el problema sea solo la guerra, ya había una inflación de antes. Si sigue subiendo todo cerrarán empresas, habrá más paro y menos consumo".