Miembros de ACOCEM (asociación que aglutina a comerciantes del Castrillón, Eirís y Monelos) han denunciado el aumento de robos en el barrio coruñés en las últimas semanas. Sobre todo pequeñas incidencias como roturas de cristales en coches o escaparates, además de altercados con algunas personas que tras consumir en algunos locales de hostelería intentaban irse sin pagar.

La responsable de un negocio que abrió sus puertas recientemente en el barrio, reconoce que se siente arropada al formar parte de esta asociación y que algunos socios ya le pusieron en antecedentes de las incidencias que sucedieron en esta línea. Denuncia que en las últimas semanas hubo un robo en un local de hostelería en las inmediaciones de la plaza de Pablo Iglesias, además de personas que en su local han intentado pagar con billetes falsos o directamente marcharse sin abonar las consumiciones. "Entre los comerciantes nos alertamos", asegura.

"Buscamos que se de voz a lo que está sucediendo en el barrio, pero sin crear alarma ni la idea de que es completamente inseguro, porque la mayoría de robos se producen de noche y hay intentos de día", explica la responsable del local ubicado en el barrio, a la vez que pide más presencia policial en la zona, "sobre todo los fines de semana". A pesar de todo, reconoce que confía en que se reduzcan este tipo de sucesos en el Castrillón.

Foto: CEDIDA

"Nos sentimos en muchos aspectos olvidados"

José Souto, vocal de ACOCEM, traslada que la zona del Castrillón "habitualmente es tranquila y no tienes sensación de inseguridad", algo que sabe de primera mano porque tiene un negocio en el barrio y confirma que nunca ha tenido problemas. En cambio, asegura que conoce "locales de hostelería que han sufrido gente que no paga y otros en los que ciertas personas consumen y se van sin pagar". A su vez, apunta que "la droga está repuntando bastante en el barrio en los últimos años".

"Nos sentimos en muchos aspectos olvidados, hay jeringuillas en algunas zonas y estuvieron durante varios días", afirma, mientras subraya que él mismo recogió algunas el año pasado próximas a su librería y que transcurrieron más de 24 horas desde el aviso hasta que pasaron a recogerlas las autoridades. En este contexto, indica que este tipo de sucesos se dan en la zona del cementerio de Oza. "No hay respuesta rápida a este tipo de situaciones, que son graves porque las jeringuillas se las puede clavar un niño pequeño", expone.

Foto: CEDIDA

ACOCEM y el concello de A Coruña se reunieron hace unas semanas y desde la asociación trasladan que el contacto con la policía "es constante". "Estamos continuamente en contacto con la Policía Local y Nacional, parece que se tiene que tensar la cuerda y haber protestas para que se fijen reuniones y se haga algo", critica. "La información la tienen, comprendemos que las autoridades tienen recursos limitados y más problemas y que es imposible atender a todo, pero si los recursos públicos no son suficientes habrá que reforzarlos", explica.

"No tenemos que exponernos a que una persona de las que cometen estos sucesos te robe o te amenace con objetos punzantes que ya ha pasado", denuncia, mientras aclara que son en total 81 asociados de muchos comercios de zonas muy diversas y diferentes tipos de negocios. "Cada semana suele tener algún problema alguno de los socios y también problemas en casas abandonadas del barrio aunque muchas ya se han tirado", concluye.