El centro de A Coruña se ha llenado de carteles en los que se informa de una pulsera perdida y se muestra una imagen de esta valiosa joya de oro blanco y diamantes. La pérdida se produjo el 3 de marzo y Roberta, su propietaria, quiere recuperarla a toda costa porque detalla que fue el regalo que los padres de su suegra le hicieron cuando se casó y que llegó a sus manos cuando tuvo a su hija, con la condición de que algún día la joya fuera de la pequeña.

Foto: Quincemil

La mujer cuenta que no se la pone nunca, sólo en ocasiones especiales y cree que se le pudo caer en el trayecto que realizó entre el Orzán, Correos y Plaza de Ourense. El deseo de la propietaria es volver a tener la pulsera en su mano y le apena pensar haberla perdido para siempre, ya que recuerda que su suegra le dijo antes de fallecer que si algún día pasaba una mala situación que la vendiese, pero nunca lo hizo por el valor sentimental. "Pasé por esa mala racha y nunca se me pasó por la cabeza venderla", reconoce.

Asimismo, ha ofrecido una compensación para aquella persona que le pueda devolver este valioso objeto, concretamente la tasación del valor de la joya realizada por una casa de empeños. De momento, los carteles no han dado resultado pero espera que suceda un pequeño milagro pronto.