Los vecinos de la zona de Cuatro Caminos y alrededores están sufriendo una oleada de robos en sus coches. En los últimos diez días ha habido nueve denuncias relacionadas con este asunto, unos números muy llamativos que indican que existe una problemática real en la zona.

Una de las personas que sufrió un robo es Lucía, una mujer que sufrió un hurto hace unos días. "Salí a toda prisa porque mi hija sufrió una caída en la guardería. No dejé el coche bien cerrado y el bolso me quedó en el asiento del copiloto", explica a Quincemil.

Lucía dejó el coche en Alfonso Molina, en el desvío a Cuatro Caminos a la altura del viaducto de San Pedro de Mezonzo, y cuando volvió de recoger a su hija se encontró con que su bolso había desaparecido y también una bolsa de tela con abalorios de bisutería valorados en 200 euros. Esta mujer sospecha que un joven que la observaba mientras aparcaba, puede estar detrás del robo.

En el bolso estaba toda su documentación, incluidas sus tarjetas, que el ladrón llegó a usar antes de que la cancelara: "En el banco me dijeron que se gastó 20 euros en la ONCE y casi 50 en un bazar de la Ronda de Outeiro". En el establecimiento confirmaron que tienen cámara de seguridad y que existe una grabación del sospechoso, aunque esta debe ser reclamada por la Policía para poder ser utilizada como prueba.

Lucía tiene claro que no va a recuperar nada de lo sustraído, pero espera que cuando se atrape al ladrón pague por su delito: "El valor de lo robado supera los 400 euros (conlleva penas de 6 a 18 meses) y mi interés es que si lo cogen, le imputen todo lo que se ha llevado".

Aumento de la inseguridad en la zona

Esta mujer es madre de tres hijos y señala que desde hace tiempo no puede llevarlos al parque de infantil de la plaza de la Cubela: "Hay drogadictos bebiendo a todas horas y los niños no pueden ir allí a jugar, así que los tenemos que llevar a otro lugar".

Preguntada por el empeoramiento de esta situación, Lucía considera que esto ocurre desde hace un año y que está ligado al aumento del trapicheo en la zona, como el narcopiso de Oza. "Hace falta más vigilancia, porque hay muy poca Policía en la calle y hay mucha inseguridad", concluye.