Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina. Miles de coruñeses están llamados a las urnas para votar el próximo domingo 28 de mayo. A Coruña vive las semanas previas con emoción y con la esperanza de lograr una ciudad mejor. La ampliación de las zonas de aparcamiento, el refuerzo de la limpieza o la puesta en marcha de iniciativas que ayuden a mejorar la accesibilidad son las principales demandas de los vecinos del barrio de Os Mallos.

El pasado miércoles 10 de mayo lanzamos el primer artículo de una serie que publicará Quincemil hasta el día de las elecciones del 28 de mayo en los que recogeremos las peticiones y demandas de los distintos códigos postales de A Coruña en materia de limpieza, seguridad, movilidad o infraestructuras, entre otras cuestiones. Con el código postal 15007, hoy hablamos con los residentes del barrio de Os Mallos y de la Sagrada Familia.

La Asociación de Vecinos de Os Mallos afronta las elecciones municipales del 28 de mayo con la esperanza de que el próximo Gobierno ponga una "solución definitiva" a cuestiones, como la limpieza, que "deja bastante que desear". Un problema "general" que no solo ocurre en este distrito sino en todo el conjunto de la ciudad herculina, motivado en la gran mayoría de ocasiones por el comportamiento "poco cívico" de algunos vecinos.

En este sentido, la portavoz de la agrupación vecinal, Aída Antón, lamenta que "esta clase de comportamientos no ayudan a mantener una ciudad limpia". "No se cuidan las cosas como debería ser con excrementos de animales de compañía sin recoger, papeles tirados por el suelo…". Pero eso no es todo. También critica la actitud de "ciertas personas", ya que en lugar de contactar con el Punto Limpio de A Coruña, "depositan colchones o cualquier tipo de muebles en mitad de la calle. "Día sí y día también te encuentras enseres al lado de cualquier contenedor. Existe un servicio municipal, pero la gente no lo utiliza como debería ser".

El "drama" de aparcar en Os Mallos

En cuanto a accesibilidad, el Concello de A Coruña finalizó el pasado mes de abril la primera fase de los trabajos de reforma de Ramón Cabanillas, una actuación que algunos residentes de Os Mallos aplauden y otros no, y que se suma a la otra calle sin coches de la zona: Ángel Serna. "Hay opiniones para todo los gustos, pero el problema más destacable de todo esto es la falta de aparcamientos. Han eliminado un número importante de plazas y aunque lo han intentado remediar con los aparcamientos en batería de la avenida de Os Mallos, el problema sigue existiendo".

"El drama de aparcar en este barrio es terrible. Tampoco hay terrenos para ello, pero confiamos que con la construcción de la estación Intermodal A Coruña-San Cristobal – que puede ser un revulsivo para la zona – se solucione un poco", concluye a este respecto la portavoz de la Asociación de Vecinos de Os Mallos-Sagrada Familia. Los trabajos se adjudicaron a la UTE APPLUS-GPO por un importe superior a los dos millones de euros, que se suma al contrato de construcción adjudicado en octubre de 2022 por un importe de 72,5 millones.

Sobre seguridad, los residentes de Os Mallos son conscientes de que el problema de la okupación "existe" y que es "una realidad que ocurre en nuestro barrio, pero también en otros de la ciudad herculina".

Finalmente, otros puntos importantes para la Asociación de Vecinos de Os Mallos de cara al próximo mandato pasan por ampliar el número de zonas verde. "Aunque tenemos el parque de Vioño, la plaza del Padre Rubinos y la de la estación de tren, Os Mallos es un barrio muy edificado, aunque ya sabemos que es complicar ampliar estas zonas ante la falta de espacio". También piden "más civismo" a la ciudadanía, ya que aunque "hay muchos bancos, a los cuatro días están pintados".

Por su parte, la Asociación de Vecinos de la Sagrada Familia también demanda más limpieza y mantenimiento de parques y jardines en la zona, además de las aceras y mobiliario urbano "en un barrio que no se ha tocado absolutamente para nada". En cuanto a accesibilidad, "tenemos el privilegio de ser una zona muy bien conectada con el resto de la ciudad herculina, motivo por el que merecemos un plan integral para darle el valor que se merece".

"Desde que llegamos hemos solicitado que regrese la Policía de Barrio, ya que esta figura conocería de primera mano lo que ocurre en la Sagrada Familia", señalan desde la entidad vecinal. "Aparcar no es un drama, es un dramón. La mayoría de las viviendas son antiguas y por tanto, no disponen con plazas de garaje propias, un problema que se ha acrecentado con la peatonalización de la ciudad".