Algunos de los locales más conocidos de la noche coruñesa de hace unas décadas siguen buscando nuevo dueño para reverdecer viejos laureles. La discoteca Chevalier de Santa Cristina salió a subasta hace tres meses, sin que haya nuevo propietario por el momento, y ahora es el Gado Gado de la calle Magistrado Manuel Artime el que busca nuevo comprador con un anuncio de idealista publicado hace una semana. Se trata de uno de los locales más recordados de la noche coruñesa por ser un after que ejercía de cafetería, pero que tenía una puerta secreta que daba acceso a una discoteca.

El Gado-Gado abría en el año 2003, hace ahora 20 años, como un llamativo local que dividía el bajo del número 6 de la calle en dos partes. La de la izquierda, por donde se entraba, era una cafetería aparentemente normal donde te podías pedir cafés, bocadillos e incluso copas. Sin embargo, por una discreta puerta protegida por un portero podías acceder a la otra zona (la de la derecha), que era un after en toda regla, con música a todo volumen, luz ultravioleta y varias plantas. Fue el primer y por el momento único local de A Coruña con puerta secreta.

El local se mantuvo durante unos años como uno de los after más conocidos de la zona céntrica de la ciudad, en dura competencia con otros de la zona Juan Flórez como La Terraza, el Bourbon o su vecino Soweto, que ahora es una lavandería. Todos ellos han desaparecido en los últimos años y se unen a la larga lista de discotecas y pubs que han cerrado en A Coruña en las últimas décadas.

El anuncio de idealista, publicado por la inmobiliaria Apremar, sitúa el precio de venta en 320.000 euros por los 260 metros cuadrados que tiene el local, con un precio por metro cuadrado mucho más bajo de lo habitual, de 1.231 euros. Según puede verse en el anuncio, el establecimiento está en un estado muy similar al que tenía cuando era pub, pero con los estragos de los años que han pasado. En el anuncio también pueden verse los planos de las dos partes del bajo, que refrescarán la memoria de aquellos que nunca lo visitaron sobrios.