En el marco de la operación Salvamorel, la Guardia Civil detuvo a 15 personas, 11 hombres y cuatro mujeres por su presunta participación en al menos 40 robos con fuerza, sustrayendo material por un valor superior a los 700.000 euros en la Comunidad Autónoma de Galicia.

Este grupo de delincuentes comenzó a ser investigado en el mes de marzo por el equipo Roca de la Guardia Civil de Santiago de Compostela, responsable de la investigación, al detectar la presencia de alguno de ellos en las inmediaciones de naves industriales donde posteriormente se cometieron varios robos.

Los investigadores comprobaron que detrás de la comisión de estos hechos se encontraba un entramado delictivo formado por un grupo con lazos familiares y base en el poblado denominado O Carqueixo, situado en la localidad de Lugo. La mayoría de los investigados contaban con un amplio historial delictivo con antecedentes por robos con fuerza e incluso algunos de ellos con numerosas órdenes de búsqueda y detención.

Comandancias de A Coruña, Lugo y del GRS (Grupo Rural de Seguridad) de Pontevedra, participaron en este operativo que permitió la detención de los investigados y la recuperación de numeroso material incriminatorio procedente de los robos.

Robos en naves industriales y almacenes de material eléctrico

En la madrugada del día 27 de julio se realizaron simultáneamente ocho registros en viviendas en diversas localidades de las provincias de A Coruña y Lugo. En Santiago y Betanzos se llevaron a cabo dos registros, en Melide (A Coruña) los agentes entraron en dos viviendas y en Lugo se realizaron otros cuatro registros en viviendas y en el poblado de chabolas de O Carqueixo, donde se intervinieron dos escopetas presuntamente sustraídas en A Coruña con los números de serie borrados.

Los detenidos actuaban coordinados en grupo, normalmente se desplazaban en varios vehículos para detectar la presencia de las patrullas de policía. Para no ser identificados, en el lugar de los hechos, sustraían vehículos que empleaban tanto para acceder al lugar donde cometían los robos como para darse a la fuga sin temor a ser identificados. Cuando eran detectados por las patrullas policiales, no dudaban en huir a gran velocidad poniendo el peligro la seguridad del resto de conductores, por cuyo motivo también se les imputan diversos delitos contra la seguridad del tráfico.

En otras ocasiones, cuando eran sorprendidos participando en los robos con los vehículos de su propiedad, presentaban denuncias de robo en los cuarteles de la Guardia Civil simulando que se lo habían sustraído, por lo que también se les imputan varios delitos de denuncia falsa y simulación de delito.

El objetivo preferido de la banda eran los robos en naves industriales y almacenes de material eléctrico, donde sustraían las bobinas de cable de cobre debido al precio tan elevado de este tipo de material en el mercado. Los detenidos preparaban el cobre para su venta retirando la goma y el plástico de la cubierta, para ello empleaban dos máquinas industriales de pelar cable, las cuales fueron localizadas en los registros domiciliarios.

Los investigados sustraían camiones o furgones que empleaban para el transporte del material robado. Incluso en algunas ocasiones llegaron a robar simultáneamente camiones para el transporte de las pesadas bobinas de cable y turismos que utilizaban como lanzaderas que les permitían detectar la presencia policial en la carretera antes de que pasase por el lugar el vehículo que portaba el material robado. Este fue el método que utilizaron los detenidos en un robo de bobinas de cobre, valoradas en más de 40.000 euros, perpetrado en un almacén de material eléctrico en el término municipal de Ordes (A Coruña).

Robos en A Coruña y Lugo

Los detenidos cometieron robos en toda la comunidad autónoma de Galicia, principalmente en las provincias de A Coruña y Lugo. Robaron en naves y almacenes, en establecimientos comerciales de maquinaria y herramientas, en canteras, en segundas viviendas situadas en zonas aisladas, en talleres mecánicos, etc. Además, sustrajeron un número importante de vehículos que utilizaban para cometer los robos, principalmente de una marca, un modelo en el que se habían especializado para vulnerar sistema de seguridad del encendido.

Los investigadores intervinieron en las viviendas numerosos efectos procedentes de los robos: televisores, maquinaria, herramientas, equipos de sonido, armas de fuego, pistolas simuladas, neumáticos, cable de cobre, etc. El material intervenido es solo una pequeña muestra de la gran cantidad de efectos sustraídos, ya que los investigados procuraban deshacerse de la mayor parte del material en las horas siguientes a la sustracción.

Los robos eran cometidos por la noche trasladando de inmediato los efectos hasta el poblado de chabolas de O Carqueixo en Lugo, donde lo ocultaban. Unas horas más tarde, otros componentes del grupo se encargaban de transportarlo y venderlo a cientos de kilómetros, fuera de la provincia o incluso en otras comunidades autónomas, empleando para el traslado vehículos furgón de empresas de alquiler, lo que les permitía dificultar que las fuerzas y cuerpos de seguridad pudiesen detectarlos.

La investigación se ha llevado a cabo bajo la dirección del juzgado de instrucción número 2 de la localidad de Ordes (A Coruña), estando previstas nuevas detenciones a lo largo de la semana. Uno de los detenidos, ha ingresado en prisión y el resto de los investigados han quedado en libertad con la obligación de presentarse periódicamente en el juzgado.