La presencia de carabelas portuguesas (Physalia physali) en las playas de Malpica y Carballo (A Coruña) han estropeado el baño de usuarios que acudían a estos arenales para pasar una agradable jornada de verano. Enrojecimiento, descamación y fiebre son algunos de los síntomas más comunes de la picadura de esta falsa medusa, también conocida, como fragata portuguesa, agua mala, aguaviva, botella azul y barquito portugués.
Hablamos de una "falsa medusa" porque la carabela portuguesa en realidad es un organismo colonial conformado por distintas células que se unen con un objetivo: mantener viva la colonia. "Es una medusa muy primitiva que tiene un flotador con tentáculos, en donde viven las células urticantes (cnidocitos)", explica a este medio el biólogo de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) en Galicia, Alfredo López.
Estos animales se han dejado ver estas últimas semanas en las playas de Malpica y Carballo, así como en los arenales de la Mariña lucense y de la provincia de Pontevedra. Precisamente, el Concello de Nigrán colgó el pasado mes de julio la bandera amarilla en la playa de Patos ante la presencia de algunos ejemplares de carabelas portuguesas.
La alerta también se ha extendido a Baiona, en la playa de Santa Marta, y a Vigo. La aparición de dos carabelas portuguesas en la playa de O Vao hizo saltar las alarmas el pasado 3 de agosto, motivo por el que desde el Concello solicitaron a los bañistas a consultar cualquier duda al respecto con el servicio de socorrismo y salvamento o dar aviso a la Policía Local.
"La llegada de estos organismos coloniales se deben a la presencia de masas de aguas oceánicas próximas a la costa, arrastrando así todo tipo de seres vivos", explica Alfredo López, quien asegura que este fenómeno "es prácticamente el mismo que en invierno cuando hay vientos del sur y suroeste", aunque "en este caso es por un motivo diferente, ya que el afloramiento de aguas frías no es tan intenso y por eso se acercan más a la costa que en otros veranos".
La reducción del número de sus depredadores podría ser otro factor, pero el biólogo de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) en Galicia recuerda que las aguas marinas "llevan bastantes años en una situación crítica". Así, no sería el motivo principal, ya que "es nuestras costas es muy poco frecuente".
Una situación preocupante desde el punto de vista de los bañistas, ya que los tentáculos pueden llegar a alcanzar 10-20 metros de longitud. "Hablar de vida o no en el caso de las carabelas portuguesas es relativo porque incluso animales que lleven tiempo fuera del agua sus células funcionan de forma mecánica y por tanto, pueden seguir picando".
Todas estas especies tienen células urticantes, incluso las anémonas que viven en las rocas. "La picadura depende de la sustancia que tenga esa célula, así como la reacción de cada persona". Es por que ello que no tiene que ver exclusivamente con la peligrosidad de cada especie, "es como la picadura de una avispa" y por tanto, "es mejor no tocarlas porque no sabemos como va a reaccionar nuestro organismo".
Se trata de un suceso relativamente inédito en Galicia puesto que, aunque en años anteriores han aparecido no lo habían hecho de forma tan masiva.
¿Qué síntomas produce la picadura de una carabela portuguesa?
El Ministerio de Sanidad informa que la picadura de una carabela portuguesa suele ocasionar lesiones locales, como inflamación, enrojecimiento, aparición de ampollas, descamación y reacción cutánea en otra zona diferente a la afecta. Si bien, es importante prestar especial atención, ya que excepcionalmente "puede producir una afección generalizada, causando problemas respiratorios, cardiacos, neurológicos o gastrointestinales, tales como vómitos, fiebre, náuseas y ansiedad que generalmente pasan en unos días".
También es posible que se produzcan reacciones tardías y a largo plazo, como ulceración y necrosis, además de estrías, engrosamiento de la epidermis o cicatrices. "En caso de especial sensibilidad a la toxina puede causar incluso la muerte", informa el Ministerio de Sanidad.
¿Cómo actuar ante la picadura de una carabela portuguesa?
Las recomendaciones sobre cómo actuar ante la picadura de una carabela portuguesa no difieren especialmente de la de una medusa. En primer lugar, es preciso limpiar la zona afecta sin frotar, usado agua salada o en su defecto suero salino, nunca agua dulce, puesto que "por diferencias de presión osmótica los restos de células urticantes que persistan podrían explotar y difundir más veneno".
"Si hay restos de tentáculos adheridos a la piel, se deberá eliminar cuidadosamente utilizando unas pinzas o un mecanismo que asemeje el modo de una pinza, como el uso de dos tarjetas", indica el Ministerio de Sanidad. En cualquier caso, nunca se tocará la zona directamente con las manos. Posteriormente, se puede aplicar frío sobre la zona afectada, pero no más de 20 minutos. Asimismo, es importante evitar la exposición de la herida a la luz solar, así como rascarse.
Sería recomendable acudir a un puesto de socorristas para ser atendidos. Si bien, si el dolor es muy intenso o el estado de la persona empeora progresivamente, se deberá acudir de inmediato a un centro médico o servicio de urgencia.