La mañana de este frío viernes, 12 de enero, un grupo de 40 voluntarios han unido fuerzas para participar en una recogida de pellets en la playa coruñesa de As Lapas, a los pies de la Torre de Hércules. El llamamiento fue realizado por la oficina de Medio Ambiente de la Universidade da Coruña (UDC) y ha sido todo un éxito con un centenar de personas apuntadas en un solo día, pero que lamentablemente por limitaciones de medios más de la mitad tendrán que esperar a la siguiente recogida.

En una breve explicación inicial, la técnica y responsable de la oficina de medio ambiente de la universidad coruñesa, Verónica Torrijos, explicó al grupo cómo se iba a realizar la recogida, cómo detectar los pellets y el material a utilizar.

En grupos de 4, los voluntarios se hicieron con recogedor, escobilla y cubos, además de guantes de nitrilo diferentes tipos (que impiden el paso de sustancias químicas), ya que como advirtió Torrijos "no se conoce demasiado el componente exacto de toxicidad" de estos materiales, que consisten en unas diminutas bolitas blancas.

Todas ellas proceden del buque Toconao, que perdió la carga frente a las costas portuguesas en diciembre, lo que provocó que este material haya afectado principalmente a las costas gallegas, además de las lusas, Francia, Asturias, Cantabria o País Vasco. "Cuando veáis varios, los juntáis y se depositan en los cubos. También podéis cogerlos a mano separadamente", detalló la técnica. Paralelamente, se hizo un llamamiento a recoger todo tipo de microplásticos y residuos de otros tipos que no deberían tener presencia en los arenales.

"El transporte marítimo siempre dejó residuos de este tipo, pero no de esta magnitud"

Foto: Quincemil

Torrijos recordó esta mañana que desde la UDC no es la primera vez que se limpian las playas, sino que actividades de recogida son convocadas dos o tres veces por curso académico, pero en el caso de la crisis de los pellets todo se ha acelerado. "Ante esta urgencia hemos convocado una recogida de inmediato y va a haber más limpiezas porque va a seguir habiendo residuos y plástico en los arenales para recoger", concretó.

A este respecto, este miércoles impartió una formación específica sobre los pellets junto a Adega,a modo de concienciación ciudadana sobre lo que está ocurriendo. "Es cierto que ya se encontraron estos granulados en las playas desde hace años porque el transporte marítimo siempre dejó residuos de este tipo, pero no de esta magnitud", advirtió.

Torrijos aclaró que estas bolas blancas también se conocen como "lágrimas de sirena" y confirmó que "son la materia prima de los utensilios plásticos, necesaria para construir objetos de plástico". "Escuché la justificación de que hacen falta estos microplásticos para utensilios de medicina, juguetes de niños…pero no olvidemos que esas necesidades son un 15% del plastificado de nuestras vidas y que el 85% podrían ser de un solo uso y plásticos totalmente prescindibles de nuestra necesidad diaria", subrayó.

Sobre la complicada localización de los pellets en la arena, reconoció que son muy complejos de distinguir de los granos de cuarzo o el poliespan, aunque apuntó que tras una serie de pruebas llegaron a la conclusión de que le mejor método para detectarlos era mediante flotación.

El modus operandi es el siguiente: los voluntarios barren la superficie de la arena, recogen parte en un recogedor, introducen el contenido en un capacho al que se añade agua y lo que flote son pellets que deben ser retirados, para lo que se emplea un colador.

Foto: Quincemil

A su vez, la intención desde la oficina de Medio Ambiente de la UDC es continuar con estas recogidas, la próxima previsiblemente en la playa de Bens en A Coruña, además de que los interesados en colaborar en estas limpiezas pueden unirse a otras acciones similares lideradas por asociaciones naturalistas como Hábitat, Mar de Fábula, Senda Nova o Adega, entre otras.

"Los pellets no se ven, son como una capa invisible"

Mar Rodríguez, profesora facultad Ciencias de la Educación, fue una de las voluntarias que acudió hoy a ayudar a As Lapas. Inicialmente, reconoció que pensó que no tendrían mucho que hacer, pero a medida que fueron analizando la arena apunta que "se te educa el ojo y te das cuenta del gran problema que es esto, porque es prácticamente imposible ver los pellets con nitidez, se consigue barriendo y filtrando", asegura con una bolsa en la mano que contiene varias de estas bolas blancas de plástico.

Foto: Quincemil

Considera que "es increíble que después del Prestige no se haya aprendido nada": "La primera responsabilidad es del gobierno de Galicia, hay que tener un protocolo, no puede ser que se actúe como se está haciendo", afirmó indignada, a lo que añadió que, al ser los pellets tan pequeños, "no vamos a tener la certeza de que todo está limpio".

"No hay que agravar las cosas pero sí tener más responsabilidad y concienciar a la ciudadanía. Estamos pagando impuestos para que las cosas funcionen y tendrá que haber una rendición de cuentas, no sé donde se está gastando el dinero", concluyó.

Foto: Quincemil

"Ves esto en las noticias y te mueves, aunque no podamos hacer gran cosa"

Los grupos de estudiantes se afanaban esta mañana en dejar As Lapas limpio de pellets y demás residuos plásticos y de más tipos, además de que muchos optaron por participar en la actividad porque ya han finalizado sus exámenes.

Paula es estudiante de biología y se animó a ayudar con un grupo de amigas, las que contaron que encontraron residuos voluminosos como una pieza de metal con redes de pesca, demás de pellets "del tamaño de una lenteja" que barrieron de la arena.

Foto: Quincemil

Foto: Quincemil

A pocos metros, Iván, estudiante de máster de profesorado de Secundaria, aseguraba que prestaba su ayuda este viernes "porque no hizo acciones quien lo tiene que hacer". "Hace 20 años vivimos el desastre del Prestige y parece que tiene que ser de nuevo la gente de a pie la que viene a limpiar las playas", criticó, a la vez que matizó que estaban recogiendo más plásticos voluminosos que pellets.

Daniel Bouzas, estudia el doble grado de ingeniería mecánica y naval en Ferrol y aseguró que vio la crisis de los pellets en las noticias y se animó a ayudar, "aunque no se pueda hacer gran cosa". A su lado, Antón, estudiante de Educación Primaria, sostenía una bolsa con numerosos plásticos y se mostraba orgulloso de estar viviendo su primer voluntariado en una causa tan vital para Galicia como es ahora la limpieza de las playas ante la contaminación por pellets.

Foto: Quincemil