Vecinos del Agra dos Mallos, en A Coruña, realizaron este sábado una cadena humana para visibilizar la delicada situación que atraviesan: podrían llegar a perder sus casas. Las cuatro viviendas, en las que viven unas 20 personas y datan de antes de la Guerra Civil, están ubicadas en una zona en la que se prevé una urbanización y para conservarlas deberán pagar una elevada suma de dinero que no pueden asumir.

"Estamos dentro del polígono urbanístico O29 A Sardiñeira. En el plan de 2013 estaba previsto hacer una carretera por encima de nuestras casas y tirarlas, pero tras lo ocurrido en el Ofimático, se decide hacer una modificación para cambiar de sitio el vial y ampliar el segmento para la principal vía de entrada de los autobuses de la futura Estación Intermodal", explica uno de los afectados, Manuel Barrientos.

Los vecinos respiraron tranquilos, al ver que podrían salvar sus viviendas. Algo que, señala el portavoz de los vecinos, se les dijo hasta en tres plenos diferentes: "En las tres ocasiones, dicen que uno de los beneficios de esta modificación es que las viviendas del Agra dos Mallos van a ser compatibles en el futuro planteamiento".

Los afectados consultaron la situación con técnicos y se percataron de que de las cuatro casas afectadas se salvarían dos siempre y cuando los propietarios abonasen una elevada cantidad de dinero. "Para salvarse, mi casa tiene que pagar 133.000 euros y el edifico de al lado calculamos 300.000-400.000 euros. Nos dicen que se salvan, pero nos supone la ruina económica por una legislación que permite esto", lamenta el portavoz de los afectados.

Manuel Barrientos aclara que los vecinos están dispuestos a hacer frente a los gastos de urbanización: "Se va a hacer una carretera, parques, bancos, alcantarillado, luz pública… ¿Estamos dispuestos a contribuir en el futuro polígono a toda esa mejora? Sí, la parte que nos toca. ¿Y a pagar este impuesto que llamamos revolucionario para quedar con las casas? No tiene sentido. Si se aprueba tres veces en un pleno que las casas se conservan, no te imaginarías que se conservan a un precio que te va a suponer la ruina".

El portavoz de los vecinos es uno de los afectados, aunque indica que "el caso más sangrante" es el de una vecina a la que ofrecen 50.000 euros por un edificio de cuatro plantas en el que hay cinco viviendas en las que viven tres familias, dos de ellas de renta antigua. La mujer, sin embargo, debería pagar 300.000-4.000 euros si quiere conservarlo, según Barrientos: "Para ellos no vale nada, pero si te quieres quedar vale oro".

El ayuntamiento les dio dos opciones

Barrientos señala que tanto el BNG como el PP visitaron la zona y se mostraron contrarios a la posibilidad de que los vecinos se queden sin sus casas ante la exigencia de que paguen una cuota tan elevada. El concejal de Ubanismo, Francisco Díaz Gallego, señaló en el pleno del pasado jueves en respuesta a Barrientos (que usó el escaño ciudadano) que el documento aprobado en pleno señala que las dos casas habitadas se mantienen y "no están afectadas por el vial".

"Desde este Gobierno local nunca se ha puesto sobre la mesa su demolición, porque aunque se vendiesen, en el caso concreto de tu casa, el edificio que se puede hacer es exactamente igual al que tienes, con lo cual no tendría sentido ninguna demolición de viviendas en el ámbito del Agra dos Mallos", explicó Díaz Gallego a Manuel Barrientos.

El concejal de Urbanismo señala que a los vecinos que tenían propiedad en el polígono que pasará a ser administrado por el ayuntamiento se les trasladó dos opciones. Una de ellas es mantener las viviendas, por lo que pasarían a formar parte del polígono asumiendo los gastos de edificabilidad y urbanización, y la otra es la venta al ayuntamiento de las propiedades.