Vecinos del barrio de Monte Alto, en A Coruña, han tirado la puerta de un presunto narcopiso abajo. Un centenar de personas participan esta tarde en una cacerolada que fue convocada en la plaza San José ante el incremento de la inseguridad desde el pasado mes de noviembre.

La protesta comenzó a las 17:00 horas y se trasladó posteriormente hasta el número 5 de la calle Washington, donde se encuentra uno de los cuatro supuestos narcopisos. Varios vecinos decidieron tirar la puerta abajo, rompiendo la madera hasta destrozar completamente la estructura.

El objetivo de los residentes en la zona era irrumpir dentro de la vivienda para echar a los okupas, retirando algunos muebles. Una de las personas que entró asegura que, en ese momento, los que estaban dentro del piso les lanzaron palos.

La Policía Nacional llegó en ese momento, colocándose frente a la vivienda. Los vecinos comenzaron a increpar en ese momento a los agentes, pidiéndoles que los dejasen acceder para echar a los inquilinos del narcopiso y llegando incluso a lanzarles un objeto.

Los vecinos aseguran que seguirán en la zona hasta que la Policía Nacional se vaya con el objetivo de poder echar a las personas que están dentro del inmueble. La tensión, sin embargo, ha ido en aumento conforme pasaban los minutos.

Algunos testigos aseguran que desde el narcopiso lanzaron una botella por la ventana frente a los cánticos de "Monte Alto, Monte Alto" de los vecinos, mientras que la Policía Nacional formó un cordón policial porque, según ha informado, las personas que están dentro tienen ladrillos.

Dos ceden y abandona el inmueble, otros cuatro ofrecen irse mañana

Dos horas después del inicio de la cacerolada, tres personas que permanecen dentro del narcopiso se han comprometido a abandonarlo mañana. Una propuesta que fue trasladada por un agente de la Policía Nacional a los vecinos, reacios a aceptar.

Tras un breve debate, los vecinos decidieron no aceptar la propuesta, insistiendo en que deben abandonar el inmueble este martes. "No negociamos con delincuentes", señalaron los residentes en Monte Alto.

Tras una acalorada negociación, dos de los okupas sí han aceptado dejar el piso hoy mismo. Por el momento, los restantes permanecen en el inmueble y los vecinos, que no se fían de su palabra, exigen a la Policía Nacional que mantengan una patrulla en la puerta del edificio toda la noche para evitar sorpresas. Puesto que, según cuentan los vecinos, en otra ocasión varios habituales del narcopiso se pusieron a romper portales y causar desperfectos en la zona.