Personal del grupo Arriva se ha movilizado en la estación de autobuses de A Coruña para denunciar el "envejecimiento" de la flota de vehículos de la compañía y el riesgo que supone para "la seguridad" de conductores y usuarios. Los trabajadores también han exigido a la Xunta que "tome medidas en el asunto".
"Es un auténtico desastre la antigüedad de los autobuses y las averías permanentes, es un tema muy urgente de solucionar para evitar que haya un accidente con víctimas", ha dicho el responsable de transportes de la CIG, Xesús Pastoriza, en declaraciones a los medios.
Pastoriza asegura que esto "afecta también a otros grupos empresariales" del sector: "Las quejas de los trabajadores son en todos los lados". Respecto a la antigüedad de la flota en Galicia, con "aproximadamente 150 autobuses", el representante de la CIG ha indicado que "debe estar por encima de los 12 años cuando deberían estar entre los seis y los ocho".
Una veintena de trabajadores han protestado este jueves en una de las dársenas de la estación coruñesa tras una pancarta con el lema CIG por la seguridad en los buses, Grupo Arriva. "Esta concentración es un toque de atención para la empresa, esperemos que tome medias sino continuaremos con las movilizaciones", ha anunciado el responsable de transportes de la CIG.
Arriva defiende su mantenimiento de la flota
Arriva, por su parte, ha defendido que pasa "un riguroso" plan de mantenimiento "preventivo y correctivo mucho más exigente" que la ITV, que en el caso de sus autobuses se realiza de forma semestral. Unos autobuses que, según la empresa, tienen una edad media inferior a 8 años.
"El 100% de la flota pasa una plan de mantenimiento preventivo de más de 70 puntos antes de cada ciclo de 15.000 kilómetros", indica la empresa en un comunicado. Arriva, además, defiende que cumple con las condiciones contractuales de edad media, edad máxima y etiqueta ambiental en cada contrato.