Este martes el Juzgado de lo Mercantil número 3 de A Coruña publicó una oferta de compra de los murales de Urbano Lugrís de A Coruña ubicados en un edificio de la calle Olmos. Un inmueble que ha estado en el centro de la polémica en los últimos meses por su falta de mantenimiento, lo que está afectando a estas obras de gran valor que llevan años en su interior y en las que la humedad y la oscuridad están dejando una profunda huella.

Esta situación ha sido denunciada con protestas e incluso en el pleno municipal del Concello de A coruña por asociaciones culturales como O Mural, pero pese a los requerimientos nada ha cambiado respecto a estas obras, aunque podría hacerlo próximamente.

Esto se debe a que existe una oferta de compra que figura en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 15 de febrero, en la que no se especifica la identidad del potencial comprador pero se aclara que asciende a 30.000 euros y se proporciona un plazo de cinco días desde la publicación a fin de que cualquier interesado más pueda mejorar la oferta.

A este respecto se ha pronunciado este miércoles la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, que ha dejado en manos de la Xunta la responsabilidad sobre estas obras de arte alegando que son su competencia. Sobre eso, desde la Consellería de Cultura han trasladado que "adquirir los murales de Lugrís no es una competencia de la Consellería de Cultura, ya que cualquiera puede participar en este proceso, también otras administraciones".

Acerca del asunto se pronunció hoy el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que aclaró que la Xunta de Galicia está reuniendo toda la información disponible sobre este tema para analizarla a nivel jurídico y determinar si el proceso de adquisición por parte de la Administración autonómica es posible. "De serlo, optaríamos a ello", ha asegurado.

Además, recuerdan desde Patrimonio que "la declaración BIC no afecta a la propiedad". En esta línea, han concretado que están a la espera de recibir la documentación que prometió el Concello de A Coruña hace semanas para acreditar el valor de los murales y evaluar una posible declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).

Asimismo, los murales ya cuentan con protección patrimonial al estar catalogados en base al planteamiento municipal, por lo que desde la Consellería exponen ante una inminente compra que podría producirse, que "un cambio de ubicación precisa autorización".

"Precio de saldo" y proposición de museo

En Todocolección, una web de venta de objetos entre particulares, figuran varias de las obras de Lugrís, que según los precios marcados, a juicio de la asociación O Mural, los 30.000 euros ofrecidos son "precio de saldo". De hecho, en la web figura a la venta el óleo de Lugrís padre sobre el Quijote y Sancho Panza de 1963 por un precio de 125.000 euros.

Otras obras también de Lugrís padre, como una puerta castellano de 1963 (óleo sobre tabla) asciende a 75.000 euros y en otro de los óleos de Urbano Lugrís a la venta por 38.000 euros se detalla que esa obra fue regalada al amigo del artista, el médico y escritor galeguista muy conocido en Vigo, Darío Álvarez Blázquez. Concretamente, fue adquirido a sus últimos herederos, a su nieta Carlota Álvarez.

En total son seis lotes los que están a la venta online del pintor gallego y se aclara que los envíos se realizaran exclusivamente por correo una vez recibido el pago y que si en una semana no se ha recibido, volverá a poner la obra la venta. El plazo máximo de entrega es de entre una semana y 10 días. La forma de pago es transferencia bancaria.

A su vez, se puso sobre la mesa hace meses por parte de O Mural y el Colectivo In Nave Civitas, que el Concello de A Coruña adquieriese y rehabilitase el edificio situado en los números 25 y 27 de la calle Olmos para transformarlo en un museo en honor a Urbano Lugrís y así lo registraron en los Presupuestos Participativos municipales.

Ambas entidades proponían que la ciudad contase con el Cuarto do vello mariño, nombre que homenajea a una de las obras más importantes del pintor del mar (A habitación do vello mariño). El espacio sería un museo dedicado a la obra y a la figura del coruñés Urbano Lugrís González, además de contar con un centro para el estudio y la difusión de su legado.

"Oxidados, con grietas y amarillentos"

En el informe encargado por el ayuntamiento hace unos meses, en el apartado del estado de conservación, se expone que tras una visita en 2017 a los murales, las patologías presentes "se han agravado y acentuado", todo ello relacionado sobre todo con las condiciones termo-higrométricas, "con una aportación de agua fuera de lo habitual que afecta a uno de los murales principales. Además, se expone que un incendio producido en una planta superior también ha afectado, al igual que la naturaleza de los soportes "y el uso continuado del local como restaurante".

Los profesionales encargados del informe determinaron cinco niveles del estado de conservación de los murales (bueno o aceptable, regular o malo, pésimo o muy malo, crítico y supercrítico) y ninguno de los 12 está en estado "bueno o aceptable".

Uno de los factores que más ha influido en la mala conservación de los murales, fue la permisividad de poder fumar dentro de los restaurantes que hubo en esta ubicación hasta 2011, según el informe, "de los 72 años de vida del mural principal, 59 estuvo bajo los efectos del humo del tabaco que es amarillento y ácido y que provoca una capa amarillenta-ocre que unida a las grasas intensifica el oscurecimiento".

La humedad presente en el ambiente produce también la "acidificación de la superficie de la película pictórica, dándole rigidez y favoreciendo que sea quebradiza", detalla el documento