Este lunes 11 de marzo han arrancado las obras de reurbanización de San Andrés en A Coruña. Unos trabajos que cuentan con una inversión de 3,2 millones de euros y que servirán para humanizar y adaptar una de las principales arterias de la ciudad y reforzar su carácter comercial.
La primera fase de los trabajos han comenzado este lunes. En esta fase se llevarán a cabo los trabajos de implantación, acopio y localización de servicios afectados, así como los relacionados con topografía. Por otro lado se iniciará la reposición de la red de aguas fecales, una medida ya prevista en materia de mejora de infraestructuras del entorno.
Estas actuaciones han provocado que se suprima de la línea de estacionamiento en cordón existente entre las calles Santa Catalina y Pórtico de San Andrés. Sin embargo, durante esta primera fase, la circulación del tráfico rodado por las calles San Andrés seguirá estando habilitada en ambos sentidos.
Así serán las siguiente fase
La siguiente fase se desarrollará en un plazo de entre cinco y seis meses. Ahí ya serán efectivos los primeros cortes de circulación tras la Semana Santa. Estos obligarán a cortar el tráfico desde Santa Catalina hasta el cruce con Sol, que también será reformado. Una vez finalicen las obras en la zona del cruce con Sol, volverá a abrir al tráfico.
Cuando las obras acaben, previsiblemente en verano, arrancará la última fase de los trabajos. Estos harán que se corte por completo la vía desde la plaza de Pontevedra. Durante los trabajos se mantendrá el tránsito peatonal y el acceso a los garajes.
Aunque las obras previstas obligarán a desviar el transporte urbano, se mantendrán las líneas 3 y 7 en sentido San Agustín durante esa fase de las intervenciones.
¿Cómo quedará la calle?
Las obras permitirán devolver a la calle su configuración original. Tendrá más espacios peatonales e incorporará 80 árboles. También se cambiará el mobiliario urbano y se instalarían nuevas marquesinas en las paradas de transporte urbano.
En lo que respecta al tráfico, San Andrés estará dispuesta en formato de plataforma única tras los trabajos. Habrá un carril por cada sentido de circulación para el tráfico rodado, de tres metros de ancho y hecho a base de hormigón.
Otras actuaciones son los elementos separadores entre calzada y aceras, el aumento del espacio de zonas de carga y descarga o las mejoras previstas en las redes de saneamiento e iluminación.