Los últimos sucesos relacionados con narcopisos en A Coruña han despertado las alarmas de muchos vecinos, que se han organizado en las últimas semanas para hacerles frente. Sin embargo, no se trata de un problema nuevo. Maite Lage, coordinadora de psicología clínica en Aclad Coruña (Asociación ciudadana de lucha contra la droga), asegura que vienen registrando desde hace años un incremento de las demandas de atención en el centro y valora que lo que antes estaba "concentrado en Penamoa", se habría venido desperdigando en distintos puntos de la ciudad.
La tensión en el barrio de Monte Alto por la presencia de un narcopiso estalló el pasado 6 de febrero. Los vecinos habían organizado una protesta para denunciar la inseguridad en la zona y acabaron asaltando el inmueble, forzando la salida de sus ocupantes. Ese era solo uno de los cuatro narcopisos que, aseguran, hay en la zona, y la situación habría empeorado desde principios de año.
Unas semanas después, los vecinos/as de O Ventorrillo convocaron otra concentración similar frente a un bajo comercial que, según dijeron, era "frecuentado por personas drogodependientes", y era habitual "el trapicheo de droga", lo que relacionaban con el aumento de hurtos y robos en la zona.
La actividad que rodeaba a ese bajo la calificaron de "inaguantable" y la protesta consiguió también su objetivo: que sus inquilinos abandonaran el lugar, pese a que el local no se encontraba okupado, sino alquilado, tal y como informó la Policía Nacional. Al día siguiente, el propietario del lugar decidió precintar el bajo.
Otro suceso relacionado con estos narcopisos tenía lugar esta semana en Cuatro Caminos. Al parecer en el barrio se encuentra uno de estos inmuebles que está produciendo mucho malestar en el vecindario, concretamente en el número 14 de la calle Pérez Ardá. Para paliar la situación los vecinos se han organizado para hacer vigilancias y evitar que estas personas entren en el inmueble.
Según denunció el presidente de la asociación de vecinos A Barcarola, Juan Iglesias, el problema sería aún más grave porque es el mismo propietario del inmueble quien trapichea. "Es un problema por desgracia de toda la ciudad", lamentaba, y recordaba que hace un año ya sufrieron narcopisos en Alcalde Marchesi.
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, realizó un llamamiento a la calma tras el suceso de Monte Alto y manifestó ser consciente de la preocupación vecinal, pero mostró su rechazo y condena a las actuaciones violentas: "Tolerancia cero con la okupación, pero la violencia no es el camino", subrayó. Por su parte, la Policía Nacional transmite que es difícil relacionar de forma directa sucesos como los hurtos y robos con los problemas de droga o los narcopisos.
"Mucha droga en la calle"
La coordinadora de psicología clínica en Aclad Coruña detalla que desde el centro vienen registrando un "incremento de las demandas de atención" desde hace años, y recalca que no es algo de ahora, sino que ya desde antes de la pandemia se estaba registrando ese aumento. Algo que valora de forma positiva pues significa que "más gente está pidiendo ayuda".
Lage asegura que los pacientes "transmiten que hay mucha droga en la calle", aunque recuerda que "siempre la hubo". "Siempre la hubo pero antes estaba concentrada en Penamoa y ahora se extiende por distintos puntos de la ciudad", detalla, de modo que el problema antes se encontraba más circunscrito en un punto pero, lejos de desaparecer, se habría venido desperdigando por distintas zonas de A Coruña.
Lage explica que la droga más presente sigue siendo la cocaína, que "está arrasando". Aunque habría cambiado su vía de consumo: "Antes se esnifaba y ahora se fuma, y así es mucho más adictiva porque el efecto es más inmediato", relata.
Respecto a la preocupación por el fentanilo después de la incautación realizada el pasado fin de semana a un vecino de Culleredo, la psicóloga considera que se trata de "algo puntual". Una consideración que comparte la Guardia Civil y los farmacéuticos/as. "No percibimos que haya fentanilo", aseguran.