Los Bomberos de A Coruña vivieron una tarde de viernes ajetreada por culpa de las fuertes rachas de vientos, de más de 80 km/h, que han azotado a la ciudad herculina en las últimas horas. Los efectivos tuvieron que realizar varias para asegurar elementos de la vía urbana que corrían peligro de desprendimiento. Por suerte, ninguna ocasionó daños personales.
En la calle Pontedeume, cinco bomberos y un vehículo se desplazaron para retirar los restos de una cubierta de celosía de plástico, que por acción del aire, se había desprendido, pudiendo ocasionar algún daño material o personal. Afortunadamente, señala el cuerpo, no llegó a precipitarse ni al patio interior del colegio ni a la vía pública.
También acudieron cinco bomberos a la calle Vizcaya con un vehículo autoescalera para verificar el estado de una antena que peligraba y podría desprenderse a la vía pública. En este caso, también pudieron realizar tareas de sujeción y estabilización para que no se precipitara.
Otros seis bomberos con dos vehículos acudieron en la misma tarde a la calle Ramón y Cajal para retirar unos elementos de la cubierta de un edificio, después de que hubieran caído unos trozos a la vía pública. Por suerte, no ocasionó daños personales ni materiales.
En la calle Ángel Senra se produjo la caída de unas plaquetas del lateral de la fachada a una altura de un quinto piso. Los bomberos utilizaron la autoescalera y accedieron al sitio para comprobar la estabilidad de las plaquetas. Finalmente, el 092 dejó acordonada la zona de intervención.
Finalmente, en la avenida Finisterre, se cayó al suelo un semáforo de tres metros de largo. Los bomberos señalizaron con cintas el lugar ante la imposibilidad de retirarlo ya que quedó tendido en el suelo a lo largo de la acera.
MeteoGalicia mantiene este sábado la alerta amarilla por viento en el mar hasta las 18:00 horas en la costa coruñesa, con vientos del suroeste de fuerza siete que pueden provocar olas de cuatro a cinco metros.