La ciudad de A Coruña ha cambiado mucho en los últimos años y algunas plataformas denuncian que las obras para dar preferencia al peatón han provocado la tala árboles para poder asfaltar las vías por las que antes circulaban coches o había campo. Ocurrió con La Marina y lo sufrieron vecinos de Cuatro Caminos y de Os Mallos, entre otros.
Ya no solo se trata de la epidemia del picudo rojo en A Coruña, que dio sentencia de muerte a algunas de las míticas palmeras de la ciudad herculina como la situada en Mestre Mateo. A esto se le suman los ejemplares que se talan por reformas en el entorno o por otro tipo de enfermedades y su longevidad.
Fuentes del Ayuntamiento de A Coruña explican sin embargo que se plantan más ejemplares de los que se talan. "Cada años se plantan alrededor de 1.000 árboles", aseguran. De hecho indican que la cifra "multiplica por mucho el número de los retirados".
Reforesta Coruña, una plataforma coruñesa que denuncia las talas masivas en la ciudad herculina, no está del todo de acuerdo con lo que se dice por parte del Ayuntamiento. "Por mucho que corten y luego repongan, podrían hacer las obras sin tener que terminar con la vida de los ejemplares que estaban ahí antes", explica Jimmy Burque, portavoz de Reforesta.
Esta organización lleva 15 años criticando y reuniéndose con responsables del municipio para tratar de que "se priorice lo verde". "Vivimos en una ciudad muy gris, de cemento y hormigón", asegura Burque. De ahí que pidan un "cambio estructural de la ciudad", ya que "los árboles no son señales que se puedan quitar y poner en otro sitio, hay sistemas para transplantarlos sin necesidad de tener que terminar con ellos", recuerda.
Vecinos afectados
Algo parecido sucedió en Os Mallos. Vecinos del barrio recriminan un abandono al cuidado y mantenimiento de sus especies. "Al cambiarse la plaza de Padre Rubino se talaron algunos árboles para luego poner unos cuantos arbustos en su lugar", apunta José Luis García, de la plataforma vecinal. Opina que las reformas habían sido para bien, sin embargo, una vez terminada la obra, dice que el ayuntamiento "abandonó" las plantas y ahora están "totalmente descuidadas": "La arboleda lleva con maleza alrededor desde el primer día".
"Yo llamo a esto maceteros", asegura el portavoz de Reforesta, que ve esto como un caso en el que sí se repuso la vegetación, pero terminando con la vida de los anteriores ejemplares. "De nada sirve volver a plantar si no se cuida y luego se abandonan", añade. "En la calle San Vicente hay unos árboles que no están correctamente sujetos y que crean inseguridad entre los vecinos cuando pasamos por ahí en los días de viento", comenta José Luis de Os Mallos.
Reforesta Coruña, con cuenta en X (antes Twitter) e Instagram, se encarga también de difundir en sus cuentas la tala de árboles en la ciudad herculina. Así lo hizo al compartir este vídeo en la plaza de la Palloza el pasado 16 de marzo, denunciando esta situación como "arbocidio" y pidiendo explicaciones al ayuntamiento.
Sin embargo, desde la Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos afirman que su situación "dista mucho de una tala de árboles". El picudo rojo se pasó también por este barrio coruñés, acabando con un clásico ejemplar este mismo año. "En Cuatro Caminos se ha talado una palmera con picudo, una conífera pequeña que estaba seca y retirado unos arbustos de pequeño tamaño que estaban en mal estado detrás del Remanso", explica Juan, presidente de la Asociación.
¿Por qué se talan los árboles?
El Concello afirma que las talas tienen que ver, "en general, con el estado de los árboles". Fuentes municipales explican que son "seres vivos y que tienen una vida limitada". "Cuando vemos que existe riesgo de que un árbol pueda caer en la vía pública, cuando está enfermo, cuando acabó su ciclo vital o por cualquier causa que afecte a su estabilidad y no sea subsanable (daños en las raíces, temporales), los árboles son retirados", justifican.
No se confirma que este sea el motivo de la tala de árboles que tiraron abajo en la Plaza de la Palloza, pero con el picudo rojo así lo hicieron. Además, aseguran que "siempre que se tala, se repone". "En todas las obras de reurbanización que se hacen, la indicación es la de que siempre lleven árboles, algo que antes no se hacía".
Un claro ejemplo de esto último es la reurbanización de San Andrés. Antes la calle apenas contaba con árboles, mientras que los planos de la nueva obra muestran zonas verdes combinadas con asfalto para el peatón. Algo que contrasta con la modificación del paseo de La Marina de hace años: la de antes tenía muchas más plantaciones que ahora.
"A la ciudad le falta vida", afirman desde Reforesta Coruña. Opinan que ya no se trata solo de la imagen de la ciudad, sino que también la gente debería ser consciente de los "beneficios y el bienestar" que el verde conlleva en las calles de una localidad para sus residentes.