El Primor de A Coruña abrió sus puertas a comienzos del mes de marzo, pero 15 días después tuvo que echar el cierre con un problema con la licencia de obra. La firma de cosmética y perfumería puso un cartel en la puerta señalando que estaban haciendo mejoras en las instalaciones y es una incógnita saber cuándo se producirá su vuelta.
Fuentes del Concello de A Coruña han señalado a este medio que el negocio debe tener licencia para poder reabrir. Ante la pregunta de si esta licencia ya está tramitada, el ejecutivo local explica a Quincemil que todavía está en proceso, por lo que Primor no podría abrir por el momento.
Cabe recordar que Primor tuvo que cerrar por hacer una obra sin licencia. El negocio no recuperó la fachada original de la planta baja del inmueble histórico, algo a lo que estaba obligada la empresa de cosméticos. "La Comisión Asesora del PEPRI dictaminó que en ese edificio, que cuenta con protección de nivel integral, resulta obligada la recuperación da fachada da planta baja del edificio original", apuntaban fuentes municipales.
Este martes había movimiento en el interior de la tienda. Las luces estaban encendidas y en su interior se podía ver a alguna empleada que estaba trabajando dentro del establecimiento, lo que podía dejar entrever que están preparando su reapertura.
La tienda de cosméticos había tenido una gran acogida en la ciudad y, de hecho, el cierre cogió por sorpresa a numerosas personas que se había acercado al establecimiento. Además, el cierre coincidió con las vacaciones de Semana Santa, que seguramente habrían ayudado a que aumentara todavía más la afluencia de la clientela.
Podría permanecer cerrada "muchos meses"
El Concello señalaba a Quincemil que los trámites para obtener la licencia todavía estaban en marcha. Hace unas semanas, este medio habló con varios arquitectos de la ciudad que señalaban que puede que la tienda se pase varios meses sin poder abrir, incluso hasta bien entrado el año 2025, debido a los complicados plazos administrativos necesarios para que cumpla los requisitos y pueda volver a operar con normalidad.
De hecho, los expertos consultados mostraban su sorpresa por lo ocurrido, ya que no entendían que una multinacional tan importante actuara de esa manera, y que el Concello hubiera tardado tanto en reaccionar, ya que no paró las obras ni la apertura hasta que el negocio empezó a funcionar.
"Hay que ser gañanes", llegó a decir uno de los arquitectos que consultó este medio y que no quiso desvelar su nombre. El mismo arquitecto explicaba que los trámites para abrir de nuevo podían llevar "muchos meses", y que es posible que la comisión Pepri, que se reúne sin plazo establecido, ponga numerosas pegas a los proyectos de reforma y acabe retrasando al máximo posible la licencia "para que escarmienten, por espabilaos".
"Si tienen que partir de cero, hacer proyecto, que sea aprobado por la comisión del PEPRI y luego construir… eso suele llevar mucho tiempo", indicaba otra arquitecta con la que habló Quincemil. Añadía que todo iba a depender de la comisión PEPRI: "tanto de cuándo se reúna, porque no tienen un plazo establecido, y de que acepten la propuesta".