El Juzgado de lo Social número 6 de A Coruña ha condenado a Viraxes, empresa encargada de la gestión del centro deportivo de O Castrillón, a readmitir un trabajador al que, según el sindicato CIG, "despidió en represalia por negarse a manifestar su afiliación sindical".

La sentencia, según explica el sindicato y recoge Europa Press, "declara nulo el despido al entender que la empresa vulneró los derechos fundamentales del monitor, concretamente el derecho a la libertad sindical y el derecho a no sufrir discriminación".

El juzgado condena a la empresa "a readmitir de inmediato al trabajador en su puesto, a abonarle los salarios dejados de percibir e impone, además, el pago de una indemnización por la vulneración de los derechos fundamentales".