El antiguo relojero de la ciudad, Carlos Sánchez González-Dans, ha enviado una carta abierta a la alcaldesa Inés Rey en la que ha manifestado su malestar por los desajustes horarios que tienen los relojes de la ciudad. En la misiva el relojero reprocha al Concello de A Coruña la "desidia" en su vigilancia y cuidado.
A lo largo del texto, Dans expone los motivos que le llevan a pensar que los relojes de la ciudad no están teniendo el mantenimiento y restauración que merecen. El que fuera el encargado de custodiar esos mecanismos durante seis años ha reprochado la "falta de transparencia" en la gestión del servicio.
"Mi muy estimada alcaldesa, una vez más, y es casi lo normal en los últimos meses, observo con tristeza y enfado como los relojes municipales están parados", comienza el remitente. "El del Instituto femenino marca las 9:23 y el del Obelisco las 11:05, ningún problema si esa fuese la hora real, pero es que son las 15:45 del domingo 26 de mayo. El de María Pita falla cada dos por tres y el de la Casa del Consulado en Panaderas es extremadamente raro, casi milagroso, verlo funcionar", continúa enumerando.
En la carta recuerda que "Dans relojeros ejerció las labores de relojero municipal durante unos seis años". Un servicio que, reprocha, cesó después de que el Gobierno local se negase a "realizar la inversión necesaria para poder realizar adecuadamente los trabajos de mantenimiento".
Basándose en su experiencia como relojero de la ciudad, asegura que "todo el stock de relojes municipales, los monumentales y los del museo del Palacio Municipal", tienen los mecanismos destrozados. Una situación crítica que la relojería trasladó al Ayuntamiento desde un inicio, según su versión.
A renglón seguido, Dans expone que "es responsabilidad municipal garantizar el mantenimiento adecuado de este tesoro de todos los coruñeses" y recuerda que "cada reloj municipal tiene una historia y es el resultado de un gran esfuerzo de la ciudad o la donación de algunos coruñeses principales, como Eusebio da Guarda o Antonio Rios Mosquera".
Para el administrador de Dans relojeros, las manecillas de la ciudad están paradas por el "abandono" del patrimonio por parte de la Administración. "Es dolosa la desidia en la vigilancia del cuidado de nuestro patrimonio y la falta de inversión en el mismo, pero es también delictivo, en mi opinión, no exigir resultados cuando finalmente la corporación autoriza la restauración de nuestros relojes monumentales y, es de suponer, realiza un desembolso importante de dinero público por dichas restauraciones", prosigue.
Acto seguido, el relojero asegura haber solicitado en "diversas ocasiones y por distintos medios" los expedientes de las restauraciones. Una solicitud que, asegura, nunca recibió el visto bueno. Así, Dans asegura ser conocedor que también se le ha negado el acceso a esta documentación a partidos de la oposición. Por su parte, el BNG niega que haya solicitado esta información al Gobierno y el PP se limita a criticar que el Gobierno no les permitió realizar copias de la documentación. Además, las hojas "estaban sin numerar, por lo que no sabemos si estaban completos o no", explican a Quincemil.
El que fuera relojero de A Coruña asegura que el Ayuntamiento se excusó la parada del reloj del Obelisco en una retirada preventiva por las lluvias invernales, un argumento que le parece "absurdo y poco imaginativo". "Sería incluso más creíble decir que lo habían parado ante la posibilidad de un seísmo en la ciudad", dijo con sorna.
Especialmente molesto se mostró al asegurar que "a la oposición municipal respondieron con negación y ataque, indicando que los relojes municipales no daban ningún fallo desde que se restauraron y con los nuevos responsables del mantenimiento al cargo. Lo anterior nos deja quedar en muy mala posición como antigua concesionaria, pese a que nosotros ‘heredamos’ un stock de relojes destrozados, totalmente faltos de mantenimiento por desidia municipal y que pese a lo cual conseguimos que funcionaran con exactitud aceptable y paradas mínimas".
La misiva termina reprochando al Gobierno local que "se empeñe una vez tras otra en incumplir las normas de transparencia". "Como antigua concesionaria municipal nada esperamos desde hace tiempo de su corporación", concluye Dans.