Investigadores de la Universidade da Coruña han hecho un hallazgo sorprendente: una planta invasora crece en el embalse de Cecebre y podría afectar a la calidad de su agua. Se trata de la especie Crassula helmsii (conocida como Crásula de agua), que tiene origen en Nueva Zelanda y que ha provocado crisis ambientales en países como las Islas Británicas o en los Países Bajos.
El grupo responsable de la investigación ha alertado que este tipo de planta puede afectar a la calidad del agua, así como a la flora y fauna de la zona. Y es que la UDC ha encontrado cierta relación entre la presencia de esta planta, el nitrógeno en el suelo y la riqueza de las especies nativas. Por ello, el equipo investigador apunta a que esa elevada cantidad de nitrógeno en el suelo podría haber propiciado tanto la aparición de la Crassula helmsii como del Cangrejo americano, también presente en Cecebre.
Los científicos proponen como solución una mayor vigilancia en el embalse para que los tiempos de aviso sobre la entrada de nuevas especies invasoras se reduzcan. El estudio está enmarcado en el proyecto financiado por la Cátedra Hijos de Rivera UDC de Desenvolvemento Sostible y ya ha sido publicado en Biological invasions, una prestigiosa revisa internacional. En él también colabora la Reserva da Biosfera e Terras do Mandea y la empresa Emalcsa.
¿Cómo afectará a Cecebre?
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico explica sobre este tipo de planta que habitualmente tiene un tamaño de entre 10 y 130 centímetros de longitud. Esta puede crecer sumergida en el agua y alcanzar los tres metros de profundidad. También sobrevive fuera del agua.
La problemática principal de esta planta es que se reproduce rápidamente. Además, Cecebre parece un entorno óptimo para su esparcimiento, ya que la especie se encuentra cómoda en terrenos de aguas estancadas, estuarios, lagos, humedades, canales y otras zonas similares.
La resistencia de esta planta es acusada. "Es capaz de soportar periodos de sequía prolongados y cierto grado de salinidad, así como temperaturas bajo cero", apunta el Miteco. En el medio o largo plazo, esta planta podría desplazar la vegetación nativa de Cecebre reduciendo su generación y reducir la fauna de la zona. Sobre su posible afección a la calidad del agua, el problema se encuentra en que la plata obstruye el flujo del agua y puede provocar inundaciones, entre otros problemas.