El aeropuerto de A Coruña ha recreado esta mañana que uno de sus aviones sufría un secuestro aéreo. El simulacro ha estado dirigido por la Agencia Española de Seguridad Aérea y ha contado con el apoyo del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y con el Ministerio del Interior.
La misión ha sido de lo más vistosa, ya que han participado en ella agentes reales. El objetivo de este tipo de acciones es mantener entrenado al personal, de forma que, si algún día se produce un secuestro de esas características, la situación se pueda mantener bajo control.
El simulacro comenzó en Madrid, de donde partió una nave cedida para la ocasión por el Ejército del Aire y del Espacio. Ya en el aire, el comandante avisó al Centro de Control aéreo que el avión había sido secuestrado. En ese momento se activaron todos los protocolos.
Tanto el Ejército del Aire como el del Espacio se pusieron manos a la obra para asegurarse que el espacio aéreo no corría peligro de sufrir otro incidente. Después de contactar con los secuestradores para saber qué querían, los agentes trazaron un plan en el que tras muchas horas de negociación fue posible liberar a los rehenes.
El simulacro fue un éxito. No obstante, en las próximas semanas las administraciones implicadas valorarán el trabajo realizado y propondrán ideas para mejorar la forma de proceder en caso de un secuestro aéreo real.
No es la primera vez que A Coruña o municipios de su área viven simulacros de tal magnitud. El pasado mes de mayo el Puerto de A Coruña escenificó un atentado terrorista. Casi 5.000 pasajeros formaron parte del simulacro, que contó con dos explosiones controladas y con la participación de cuerpos especiales como los GEOS y los Tedax.