Vecinos de las inmediaciones de la ría de O Burgo, en Culleredo (A Coruña), están preocupados por la situación de la laguna de Fonteculler. Alertan que tras finalizar el dragado de la ría las compuertas quedaron cerradas, lo que provoca que el agua quede "estancada en la zona". Desde Demarcación de Costas del Estado indican en cambio que las compuertas están funcinando y que el agua se renueva, manteniendo el ecosistema de la zona.
"Nunca hubo problema, la gente antes se bañaba en la laguna", relata una de las vecinas afectadas, que explica que "cuando hicieron el dragado, para echar los sedimentos, subieron el nivel de entrada del agua, y cuando terminaron las obras dejaron las compuertas cerradas".
Ahora, prosigue, "entra el agua por u tubo a ras de suelo", lo que produce que el agua "se quede estancada y toda la porquería que entra no sale". "Cuando son mareas vivas no se llega a llenar como se llenaban antes", asegura esta vecina, que lamenta que el agua "tiene un manto verde por encima" y teme que con el calor "proliferen moscas y mosquitos".
"El agua se renueva"
Desde Demarcación de Costas del Estado señalan que "las compuertas están funcinando" y que "independiente de la posición de las compuertas la laguna nunca queda en seco". "El objeto de mantener agua en el interior es para preservar la biodiversidad y el ecosistema característico de una laguna", señalan desde el organismo.
En cuanto al sistema de renovación del agua, Costas detalla que ésta se realiza "a través de un desagüe de fondo", que tendría "mayor tasa de renovación que la que existía antes de realizar las obras". A mayores hay "unos desagues superiores que favorecen la comunicación en pleamar".
Sobre la vegetación que es visible en la laguna, aseguran que "por la morfología marina es normal que se desarrollen algún tipo de algas".
Dos años de obra y el malestar de los mariscadores
La renovación de los sedimentos en la laguna fue una de las últimas fases de la obra del dragado de la ría, que terminó el pasado mes de abril tras más de dos años de obras y dos décadas de demanda social.
El objetivo de la obra era retirar los materiales contaminados y restituirlos por sedimentos libres de contaminación, lo que "permitirá mejorar la calidad de las aguas y de los fondos de la ría, favorecer la recuperación, productividad y calidad de los bancos marisqueros allí localizados, y potenciar los usos lúdico-recreativos de la zona", detalló Costas en el proyecto.
En total llegaron a removerse 583.000 metros cúbicos de lodos de la ría y rehabilitarse el paseo marítimo que bordea el estuario. Es una de las actuaciones más importantes a nivel económico realizada en el área metropolitana en los últimos años. De hecho, el Ejecutivo señaló en su momento que, en total, se han invertido "máis de 37 millóns de euros entre obras e axudas económicas".
Con todo, la inversión en ayudas económicas ha sido uno de los puntos de fricción con los mariscadores de la ría, que llevan meses movilizándose en A Coruña para demandar la continuidad de sus ayudas durante el tiempo que dure la regeneración de la ría. Este mismo martes han cortado un carril del puente de A Pasaxe para exigir de nuevo al Ejecutivo central y a la Xunta "una salida laboral a los trabajadores".