La Torre de Hércules como experiencia sensorial, un lugar donde escuchar el mar, el viento y el ambiente. Esto es lo que propone Reverberos, un proyecto artístico presentado esta mañana que se suma a las iniciativas para disfrutar durante el mes grande de A Coruña, agosto. Hasta el 1 de septiembre estará en cada una de las plantas del faro romano.
Reverberos consiste en tres conjuntos escultóricos, pero se trata de esculturas sonoras localizadas en el interior de la Torre. La original muestra la promueve el artista audiovisual Berio Molina y está comisariada por Ángel Cerviño, acompañados hoy en la presentación por la alcaldesa, Inés Rey.
En el primer piso los visitantes se encontrarán con una estructura piramidal de base pentagonal que, al vibrar, produce un sonido ambiental único. En la segunda altura se pueden ver módulos amontonados de base cuadrada que alcanzan hasta cinco metros de altura. Y en la tercera planta, justo antes de llegar a la balconada, hay dos estructuras de base circular con techo abovedado que envuelven al público con sus sonidos. El objetivo de la muestra es que el público, según asciende dentro de la Torre, se sienta envuelto por el sonido y llegue a su máxima intensidad en el punto alto.
El decimoquinto aniversario de la Declaración de la Torre de Hércules como Patrimonio Mundial de la Unesco suma una experiencia como esta. Inés Rey destacó la doble vertiente de la Torre de Hércules como señal marítimo y artístico: “Este faro non só iluminou o camiño de mariñeiros, tamén de poetas, artistas e soñadores que atoparon na Torre unha fonte de inspiración e de recoñecemento como símbolo da cidade”, señaló la alcaldesa. “Da súa pedra nace un espírito profundamente coruñesista, aquel que mestura liberación e tradición, historia e vangarda e do que beberon artistas locais como Xaime Cabanas ou Manuel Rivas”.