A Coruña lleva dos días amaneciendo cubierta de una densa niebla. La bruma entra por la costa y avanza varios metros, extendiéndose así por muchos barrios de la ciudad. Que A Coruña registre una jornada nebulosa no sería algo llamativo de no ser porque se produce en pleno verano, lo que provoca un descenso anormal en las temperaturas para esta época del año.
El responsable de que A Coruña esté cubierta por una bruma gris desde ayer es el contraste término. Cuando la temperatura entre el aire y el mar es muy diferente, se forma la llamada niebla marina. Este fenómeno meteorológico es muy conocido en A Coruña y es el resultado de la reacción química que resulta del movimiento del aire cálido y húmedo sobre el mar frío del norte.
Las playas urbanas han pasado así en tres días de estar repletas de gente a parecer el escenario de una película de terror. Sin embargo, en pocos días A Coruña recuperará el tiempo veraniego. El fin de semana la Agencia Estatal de Meteorología espera que la neblina ya haya desaparecido y los coruñeses puedan disfrutar de temperaturas por encima de los 25 grados y cielos parcialmente despejados.
Tanto sábado y domingo, como a principios de la próxima semana, A Coruña estará bajo la influencia de un anticiclón situado en las Azores, por lo que se espera un leve aumento de los termómetros. Eso sí, los cielos no estarán totalmente despejados, ya que es probable que el frente que rozó el norte de Galicia en los últimos días todavía genere alguna nube alta en la provincia. "Será un fin de semana de playa, pero con algunas nubes", resume Rafael Sánchez, meteorólogo de la Aemet en Galicia.
¿Por qué ha hecho tan mal tiempo en A Coruña este verano?
Desde hace semanas es habitual escuchar a coruñeses quejarse del mal tiempo de A Coruña este verano, pero lo cierto es las precipitaciones y temperaturas han sido las normales para esta época del año.
Según detallan desde la Aemet, en junio la temperatura media fue de 17,4 grados, un valor que está tres décimas por debajo de la media habitual. "Parece poco, pero tres décimas es un dato significativo", explica Rafael Sánchez. Las precipitaciones, al igual que las temperaturas, fueron las normales —de 40 litros por metro cuadrado—. No obstante, la mayoría de los días de junio fueron nubosos, lo que dejó una sensación invernal en muchos coruñeses.
No fue hasta mediados de julio que los vecinos de A Coruña pudieron salir a los arenales. Pero, por sorprendente que parezca, la temperatura media del mes se situó en los 19,7 grados. Esto es siete décimas por encima de la media de los últimos treinta años. Es el resultado del choque entre una primera quincena fría y una segunda quincena con temperaturas por encima de los 20 o 25 grados.
Aunque sea difícil de creer, ha sido un verano bastante prototípico en A Coruña en lo relativo a temperaturas y precipitaciones. Eso sí, a pesar de las temperaturas agradables, la nubosidad no ha permitido disfrutar de la playa a los coruñeses. Una tendencia que, por lo menos, parece que cambiará durante los primeros días de agosto, según la Aemet.