Los números 9, 11 y 13 de la calle Estrecha de San Andrés son solares donde las obras proyectadas para nuevas edificaciones quedaron paralizadas hace años o en los que antiguos inmuebles fueron demolidos y solo quedan huesos de su esqueleto urbanístico que afean el entorno. La fisonomía de estos solares puede cambiar con el regreso de la actividad. Ahora mismo coinciden tres andamios de obra ante las fachadas de sendos edificios. Los operarios están vaciando el interior de alguno e introduciendo maquinaria en otro.

Al propietario del número 9, el Gobierno local le concedió licencia a mediados del año pasado para derribar las dos últimas plantas después de haber sido declaradas ilegales por una sentencia de un juzgado de A Coruña, confirmada en 2020 por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. El inmueble había empezado a construirse en 2011, está inacabado y solo tiene en pie su estructura básica.

En la entrada a la obra figura la información sobre lo proyectado en el edificio, su rehabilitación para la construcción de seis viviendas y un bajo comercial en planta baja, tres alturas y bajo cubierta. La empresa Domantia es la promotora y el plazo de ejecución es de 16 meses.

Al lado, en el número 11, los obreros tuvieron actividad esta semana, aunque no hay información visible sobre los trabajos que se vayan a realizar. En el solar hubo hasta el año 2014 un bajo comercial cerrado y viviendas deshabitadas en tres plantas, que fueron demolidas sin que en el interior se realizaran obras.

En el número 13 de la Estrecha de San Andrés, donde lleva más tiempo instalado un andamio la intervención prevista es la reconstrucción del inmueble con ampliación e instalación de ascensor para un edificio residencial promovido por Teccmo Patrimonial. Desde la calle se ven algunos escombros en el interior, donde bajo dos plantas hubo hasta la mitad de la década pasada una vieja tienda de calzados.

Estos tres inmuebles son los contiguos a un lateral de un edificio modernista del número 25 de la calle Barrera construido por Ricardo Boan y Callejas (La Habana 1879- A Coruña 1915) a comienzos del siglo XX. En la fachada de la Estrecha de San Andrés hay un bajo cerrado con puerta metálica. Frente a ellos hay en la actualidad otras viviendas abandonadas a la espera de rehabilitación.

En la zona de Pescadería y en Panaderas han comenzado recientemente o están próximas a empezar otras recuperaciones inmobiliarias en bloques que llevaban mucho tiempo abandonados o en estado ruinoso, como en una gran manzana que da a las calles Cordelería y Orzán.