Los vecinos de las Casas de Franco han cantado victoria. Tras meses de movilizaciones y desencuentros con el Ayuntamiento, los residentes afectados por el proyecto de reforma han visto cumplidas sus demandas. El Ayuntamiento está dispuesto a incluir en el diseño urbanístico la cota cero del pavimento, la eliminación de las marquesinas y la retirada de la pérgola proyectada en un inicio. 

El Ayuntamiento presentó esta mañana a los vecinos de las Casas de Franco la adaptación del proyecto final. Y en el nuevo diseño se aceptan las reivindicaciones vecinales que, hasta ahora, habían sido rechazadas. Además, el nuevo modelo incluye contenedores de residuos en cada portal y la creación de nuevas plazas de aparcamiento de carga y descarga

Los cambios incluidos por el Ayuntamiento en el documento suponen un cambio radical respecto al proyecto original. En esta ocasión la propuesta parece que sí se adapta a las reivindicaciones vecinales. 

A comienzos de la próxima semana los residentes de la zona deberán tomar una decisión. En caso de dar el visto bueno, el Ayuntamiento retomaría las obras —paralizadas desde finales de mayoen septiembre con los trabajos de canalización eléctrica. 

En la reunión estuvieron presentes representantes de los vecinos; la viceportavoz del Gobierno municipal, Nereida Canosa; y el concejal de Urbanismo y Rehabilitación, Francisco Díaz Gallego. 

Conflicto enquistado durante meses

El origen conflicto se remonta a diciembre de 2022, cuando fue aprobado el proyecto de reurbanización del entorno de las Casas de Franco en Junta de Gobierno Local con un presupuesto de 470.000 euros. En abril de 2023 fue licitado y la reurbanización se inició en octubre de ese mismo año. Todo empezó a torcerse en el inicio de este 2024, cuando en febrero los vecinos de las Casas de Franco reunieron medio millar de firmas para la paralización de las obras.

A partir de ese momento los vecinos comenzaron a realizar llamativas movilizaciones en la Ronda de Outeiro e incluso una protesta en la plaza de María Pita. Tanto BNG como PP apoyaron a los vecinos en las reclamaciones.

Los vecinos exigían la eliminación del muro y la instalación de más contenedores, entre otras cuestiones. Por su parte, el Ayuntamiento se mostró dispuesto a cambiar el proyecto siempre que se presentasen informes que demostrasen la viabilidad de la cota 0. 

El pasado mes de junio vecinos y Ayuntamiento mantuvieron una última reunión en la que se decidió instalar la cota 0. Fenosa planteó una alternativa por la que "el cableado por el antiguo trazo existente a la cera pegada a la fachada".