Relevo en Alvedro. El aeropuerto de A Coruña tendrá a partir del 1 de noviembre nuevo director: Joan Ibáñez Ferrer, según ha informado Aena en un comunicado. Ibañez releva a Jesús Campo, que había accedido al cargo en junio de 2013.
Joan Ibáñez ocupa en la actualidad el cargo de director en el aeropuerto de Logroño-Agoncillo, "donde ha realizado una importante mejora de los servicios e instalaciones y donde ha liderado con éxito el establecimiento de una escuela de pilotos", destaca Aena.
El nuevo director de Alvedro es ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Valencia y experto profesional en Gestión de Activos por la UNED. Inició su carrera en Aena en 2016. Tras ocupar distintos puestos en los servicios centrales de la compañía y en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, fue nombrado director del aeropuerto logroñés en enero de 2023.
Ibáñez sustituye en la dirección del aeródromo coruñés a Jesús Campo Hortas, que continuará en la compañía como director de Operaciones e Infraestructuras del Grupo de Aena Brasil. Campo, ingeniero técnico industrial nacido en Vigo, ocupó el puesto en A Coruña en sustitución de Cristina Echeverría Ochoa, que se incorporó a continuación al aeropuerto de Bilbao en calidad de directora.
De récord de pasajeros a caída continua
Con Campo en la dirección de Alvedro, la terminal coruñesa amplió la pista en 400 metros en 2015 y alcanzó en 2019 su récord histórico de pasajeros en un año, más de 1,35 millones. Al año siguiente, la pandemia del COVID truncó la evolución creciente del pasaje con destino o salida de A Coruña, aunque el aumento de viajeros volvió a registrarse hasta el cierre del año pasado, cuando se registró la tercera mejor marca histórica, 1,25 millones de usuarios.
El panorama, en cambio, no es alentador ahora mismo. En agosto, el mes fuerte del verano, Alvedro encadenó seis meses seguidos con caída de pasajeros respecto al año anterior, algo más de 103.000. Esta evolución evidencia la pérdida de atractivo de la terminal coruñesa, en la que los viajes por negocio han ido ganando terreno a los desplazamientos por ocio.
A la caída de usuarios han contribuido distintos factores, como la desaparición de algunas rutas (Bilbao operada por Volotea, París-Orly por Vueling el año pasado); la reducción de plazas en Binter para los vuelos a Canarias; o la sustitución de Gatwick por Heathrow como terminal de los vuelos directos de Vueling a Londres.
Las rutas a Ginebra y Milán operadas por Easyjet consiguieron levantar las cifras de Alvedro en 2023, pero este año no están teniendo tanto tirón, como reflejan las estadísticas. Y los colectivos y plataformas en defensa de Alvedro siguen demandando enlaces directos a destinos como Fráncfort y Amsterdam (descartada aún por Easyjet) o la recuperación de la conexión con Heathrow, terminal más cómoda para llegar a la capital inglesa.
Las tres pistas gallegas y Oporto
Estas son algunas de las demandas que tendrá sobre la mesa Joan Ibáñez cuando aterrice como director de Alvedro, afectado, como le ocurre a las otras dos terminales gallegas de Santiago y Vigo, por el auge que en los últimos años ha tenido el aeropuerto de Francisco Sá Carneiro de Oporto, con numerosas conexiones internacionales.
La captación de nuevas rutas o la ampliación de frecuencias recogidas en convenios con las compañías aéreas son algunos de los deberes que también desde hace años tiene sobre la mesa el Ayuntamiento de A Coruña, al que el tejido empresarial de la ciudad y los grupos de la oposición municipal reclaman un esfuerzo mayor en potenciar los servicios de Alvedro.
El Concello ha achacado numerosas veces al crecimiento de Oporto las pérdidas experimentas en el aeropuerto de Alvedro y ha demandado a la Xunta una estrategia aeroportuaria conjunta que permita a las tres instalaciones gallegas competir con la exitosa terminal lusa.