El Ayuntamiento de Oleiros exige a la Xunta de Galicia que se haga cargo de los desperfectos provocados por los jabalíes en el municipio. En las últimas semanas, los avistamientos de estos mamíferos fueron continuos. Asimismo, los animales dejaron huella al destrozar varios parques del municipio.
"A Xunta non permite batidas en zona urbana nin ten ningún outro xeito de controlar as cada vez máis numerosas poboacións deste animal salvaxe que se está reproducindo sen control algún", reprochan desde el Ayuntamietno de Oleiros. Por ello, exigen al Gobierno autonómico que se haga cargo de los daños que causan los jabalíes.
En nota pública, el equipo dirigido por Ángel García Seoane ha denunciado que la incursión de los jabalíes en Oleiros está provocando daños en espacios públicos y privados, así como "temores en moitas persoas que non saben reaccionar ante a súa presenza".
Entienden desde el Gobierno municipal que los mecanismos previstos por la Xunta —como la instalación de jaulas— no es suficiente ni eficaz. "A Xunta é responsable da fauna salvaxe, polo que debe encargarse do mantemento dos espazos que esta fauna deteriora", defienden desde Oleiros.
Cómo actuar en caso de avistamiento
Los expertos apuntan a que los jabalíes no son animales especialmente agresivos. En caso de dar con ellos, la mejor decisión será evitarlos e intentar no llamar su atención, al mismo tiempo que se avisa a los servicios de emergencia (012) o al Servicio de Protección de la Naturaleza (062).
Sin embargo, las hembras con crías a su cargo pueden ser peligrosas. De sentirse amenazadas se volverán especialmente protectoras e incluso agresivas. No llamar su atención es lo más recomendable, especialmente si se va acompañado de un perro u otro animal que pudiese asustarlas con ladridos u otras actitudes.
El avistamiento de jabalíes puede ser extremadamente peligrosos si se produce al volante. Una colisión con un jabalí puede ser especialmente peligrosa y, aunque no es tan común, acarrear heridos o fallecidos. Lo más recomendable en esos casos es agarrar bien el volante e intentar disminuir la velocidad poco a poco. En caso de no ser capaz, nunca se debe pegar un volantazo, sino continuar recto.