El bar O Pinchiño de la calle Europa de A Coruña, en Os Mallos, comienza la tarde de este viernes 27 de septiembre a recobrar la normalidad tras el impactante suceso ocurrido en agosto y del que la propietaria del negocio todavía no se ha rcuperado del todo, ni anímica ni económicamente. 

El local abrirá esta tarde tras semanas de inactividad tras lo sucedido, cuando un sábado de madrugada un hombre estampó su coche contra el bar, en el que había numerosas personas, y se dio a la fuga.

Solo hubo heridos y nadie resultó fallecido y el culpable de este alunizaje sin sentido fue detenido y permanece en prisión desde entonces. Al parecer, todo se originó tras una discusión previa relacionada con la expareja del conductor.

De hecho, en un vídeo grabado por vecinos de esos momentos se ve al hombre discutiendo en la terraza del bar con un grupo de personas, hasta que la tensión se incrementa de tal manera que la mujer implicada en los hechos comienza a lanzar sillas y mesas del establecimiento contra el vehículo, lo que provocó que el hombre acelerase intentando embestir a los presentes en la terraza.

La propietaria del negocio, Gislene, afronta esta nueva etapa con sentimientos encontrados. Por una parte la necesidad de volver a la actividad a nivel económico tras "57 días sin trabajar y sin cobrar" y por otra la preocupación de que vuelva a ocurrir algo similar en su local. "Tengo miedo de los coches que pasan varias veces seguidas delante del bar porque ya me hacen sospechar y preocuparme. Estoy alerta, aún tengo el miedo en el cuerpo", lamenta.

"Tengo temor a que el detenido quede en la calle"

Sobre los numerosos desperfectos en la cristalera y mobiliario del bar, denuncia que "el seguro no me cubre muchas cosas", por lo que ha abonado la mitad de los gastos que ha supuesto el alunizaje y ha podido abrir con solo parte del mobiliario. Ha recibido algunas ayudas como mesas proporcionadas por Estrella Galicia. 

Sobre las secuelas físicas, Gislene comenta que está mejor pero que padece fuertes dolores abdominales por el impacto de una mesa en su costado cuando el coche entró en el bar. "Me duelen los abdominales con los cambios de tiempo y aumenta el dolor cuando hay humedad, tras lo sucedido tuve hematomas durante varias semanas", recuerda.

A pesar de todo, se muestra ilusionada con la reapertura y ha pasado toda la mañana preparando pinchos, varias tortillas y unos pimientos de Padrón. Para mañana ya plantea asar un cordero y servirlo de aperitivo con las bebidas. Sobre el culpable de lo sucedido, está impaciente por la vista a la que ha sido citada en los juzgados de A Coruña el lunes, porque teme que sea puesto en libertad.

"Tengo temor a que el detenido quede en la calle y si es así pediré una orden de alejamiento respecto a mí y otra hacia el local", concluye con determinación.