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En A Coruña hay 214 inmuebles en situación de ruina a día de hoy. Así los tiene calificados el Ayuntamiento. Se reparten en prácticamente todos los barrios. Unos presentan un aspecto que evidencia claramente su deterioro, deshabitados y con accesos tapiados o sin ventanas; otros no aparentan este abandono y sus desperfectos no llaman tanto la atención.
Pero de estos más de dos centenares de edificios ruinosos no todos han sido penalizados por la administración local: solo lo fueron 42 desde 2019, a los que se les han abierto 56 expedientes de sanción coercitiva por no haber adoptado las medidas requeridas por el Concello tras no cumplir la normativa de ruinas.
El barrio o zona de la ciudad que más multas acumula por inmuebles ruinosos cuyos propietarios no han tomado medidas de seguridad es Pescadería, según datos municipales. Entre la Plaza de España y la Plaza de Pontevedra, el área de Conservación de la Edificación y Ruinas ha impuesto diez sanciones a ocho inmuebles en los últimos cuatro años, tres multas a uno de ellos, donde estaba el antiguo restaurante de la calle Olmos que acoge los frescos del artista Urbano Lugrís, adquiridos por la Xunta.
En la plaza de España y las calles Socorro, Panaderas, Orzán, Álvaro Cebreiro, Mantelería y San Andrés también ha habido sanciones municipales en este periodo a propiedades abandonadas desde hace mucho tiempo o en las que incluso han comenzado trabajos de rehabilitación.
Los titulares de estos edificios tienen la obligación de velar por su seguridad y salubridad. Si no lo hacen voluntariamente, el Ayuntamiento se lo reclama; y si continúan sin intervenir, se les multa. Por la inacción final de los propietarios, la administración ha tenido que llevar a cabo cinco ejecuciones subsidiarias en estos inmuebles desde 2019.
De 1.000 a 10.000 euros
Pescadería, una zona histórica donde los vecinos en 2020 llegaron a señalar medio centenar de ruinas en solo tres calles, suma multas por importe de 20.400 euros, de acuerdo con los datos municipales; 7.000 euros corresponden al inmueble de Olmos, penalizado tres veces entre 2021 y 2023.
La sanción más baja aplicada por el Ayuntamiento a un edificio es de 1.000 euros y la más alta de 10.000 euros, a uno de la calle Damas y a otro de la calle Parrote, ambos en la Ciudad Vieja, zona donde impuso otras tres multas. En Monte Alto se abrieron expedientes a seis inmuebles (en calles como Torre, Marconi y Ángel Rebollo); y en el Ensanche, a otros seis (dos de ellos a sendos edificios de la avenida Rubine).
Otros barrios con sanciones coercitivas desde 2019 son Falperra, Cuatro Caminos y Os Castros (dos expedientes en cada zona) y O Birloque, A Grela, Agra do Orzán, O Ventorrillo, O Castrillón, Palavea, Nostián, As Xubias y San Pedro de Visma, en estos dos últimos al mismo inmueble en dos ocasiones. En el conjunto de la ciudad las multas superan los 170.000 euros.
Plan de ruinas
Combatir las ruinas que afean las calles de una ciudad no es un objetivo fácil. Los vecinos reclaman la mejora urbana de sus zonas de residencia, preocupados por las malas condiciones de higiene y seguridad en solares y edificios vacíos. Pero el Concello no puede intervenir en propiedades privadas cuyos dueños son difíciles de localizar en la mayoría de los casos, motivo por el que no puede imponer multas a todos los inmuebles declarados como ruinosos o por el que no ingresa la totalidad de las sanciones que acaba imponiendo.
El Gobierno local actual puso en marcha a comienzo de 2023 una estrategia para la recuperación de ruinas con el fin de dar soluciones al estado de abandono de edificios, solares e inmuebles del centro de la ciudad. La fórmula es a través de la salida a subasta pública forzosa de aquellas construcciones en las que los propietarios incumplen sus deberes en materia de conservación y rehabilitación en los plazos y condiciones marcados por la ley.
Hasta ahora han iniciado el procedimiento de puja forzosa el número 72 de la calle Orzán, el de Damas 3, en la Ciudad Vieja y el solar vacío de Herrador 6. Los otros cinco del plan de ruinas están en San Andrés 140, Pastoriza 4, Orzán 130 y 202 y Santa Lucía 8, inmueble del que hace dos años se desprendieron elementos de la fachada que obligaron a cortar la calle durante meses. Según fuentes municipales, dos de estos edificios ya cuentan con licencia de rehabilitación.
Otras iniciativas de recuperación
El programa Rexurbe de la Xunta, que en los últimos años ha destinado partidas presupuestarias específicas en A Coruña, también impulsa la estrategia contra las ruinas mediante la compra de edificios sin uso a propietarios que los ofrezcan, su rehabilitación y posterior puesta a disposición en régimen de alquiler social. Hasta el momento ha comprado dos inmuebles abandonados en la Ciudad Vieja y en San Andrés, pero las obras aún no se han adjudicado.
En la misma zona de Pescadería han arrancado también en los últimos meses otros proyectos de intervención urbana centrados en la recuperación integral de edificios largo tiempo abandonados, como en las calles Panaderas y Orzán.