¿Es A Coruña una ciudad complicada para conducir? Cada conductor tendrá su propia opinión según sus trayectos habituales. Como todas las ciudades, tiene sus puntos negros de dificultad o congestión en el tráfico y también otras zonas de circulación cómoda y fluida. Quincemil repasa las partes de la urbe donde más se complica la conducción en la actualidad, en palabras de la Policía Local, de los taxistas y de quienes se ponen al volante del bus urbano.

La avenida Alfonso Molina, la avenida do Porto, la tercera ronda, el Paseo Marítimo, la ronda de Outeiro y las avenidas del Ejército y de Arteixo son las vías con mayor intensidad media diaria (IMD) de vehículos en A Coruña, de acuerdo con los datos del área municipal de Movilidad de 2022: entre 16.000 y casi 50.000 coches circulan por estas calles.

La Policía Local incluye alguna de estas vías entre las que absorben el mayor tráfico de la ciudad, como la tercera ronda y Alfonso Molina; concreta los puntos conflictivos de la glorieta del Pavo Real (Manuel Murguía-ronda de Outeiro-AC-14) y los accesos y salidas del polígono de Agrela por la avenida de Arteixo, Severo Ochoa y Carretera Baños de Arteixo; y añade otros como la avenida de Nueva York en A Zapateira, la avenida de San Cristóbal y la plaza de Ourense.

Vehículos en el Paseo Marítimo, con más tráfico por las obras de San Andrés. Quincemil

Taxistas y conductores de autobús que todos los días circulan por la ciudad coinciden en señalar que el Paseo Marítimo se ha llenado de más coches en determinados momentos del día debido al cierre de una arteria como la calle San Andrés, en obras durante un año; y apuntan también como puntos difíciles Los Cantones a la altura de la Plaza de Mina, el entorno de la Plaza de Lugo y la avenida de Os Mallos.

La perspectiva policial

Los puntos negros marcados por el 092 en A Coruña se acentúan en horas punta (incorporación y salida de centros de trabajo) y en momentos como las entradas y salidas de los colegios o espectáculos deportivos y culturales con gran afluencia de público. Y cuando llueve "se detecta un mayor uso del vehículo privado, lo que incrementa el nivel de retención y aumenta los tiempos de desplazamiento", indican fuentes policiales. También señalan que "en los últimos años" ha crecido el tráfico de acceso desde ayuntamientos limítrofes debido al aumento de zonas residenciales.

Retenciones en la avenida Alfonso Molina. @ELOYTP

Estas fuentes destacan que para controlar la circulación el Concello ha realizado "una fuerte inversión en la modernización del Centro Integral de la Movilidad", desde donde se lleva a cabo el control y la regulación del tráfico en los viales más relevantes y con mayor nivel de circulación.

El Gobierno local prevé, además, reforzar la vigilancia de distintos aspectos del tráfico con el funcionamiento de los proyectos relacionados con las zonas de bajas emisiones (ZBE), donde mediante cámaras y sensores se controlará la movilidad y el medio ambiente en el casco urbano.

El enfoque policial sobre el control del tráfico y el acceso a otras fuentes permite a los agentes calibrar la situación de la conducción en A Coruña. Según el portal británico Haypp, la ciudad presenta un 17% de congestión de circulación de vehículos, el segundo más bajo entre las urbes españolas analizadas y uno de los más bajos entre las europeas.

Al volante del bus

La opinión de los conductores del bus sobre el tráfico en la ciudad presenta más críticas que elogios. Lamentan la "herencia continua de la doble fila" en zonas como Náutica, O Castrillón y la ronda de Outeiro cerca de Riazor y critican que "el exceso de espacio" para los peatones haya quitado superficie a los buses y a furgonetas para "girar y moverse con agilidad", lo que "ralentiza" la circulación.

Cruce de Juana de Vega y plaza de Mina, con atascos de los que se quejan taxis y buses. Quincemil

"La ciudad está perforada por las obras, y las de San Andrés hacen que en momentos del día el Paseo Marítimo esté sobresaturado. En Los Cantones, al haber un solo carril por sentido, se juntan muchos coches en el cruce de Juana de Vega, con semáforos que duran poco", analiza Óscar Vieites, presidente del comité de empresa de la Compañía de Tranvías, crítico además con que "no se pida opinión" a los conductores del bus urbano cuando hay cambios importantes en la movilidad, como cuando el cambio en los aparcamientos en la avenida de Os Mallos dificultó en algunas zonas el paso de los buses. 

Desde el taxi

La acumulación de vehículos en Plaza de Mina también molesta a los taxistas en horas punta. "Se forma un tapón y los semáforos no están bien coordinados para coches que van por un carril por sentido", juzga el presidente de Tele Taxi, Ricardo Villamisar.

En su opinión, las obras de San Andrés y de determinados puntos del Ensanche obligan a los conductores a dar rodeos por calles entre las plazas de Vigo y de Pontevedra, lo que crea "más dificultades aún" en una zona también compleja como la plaza de Lugo.

Villamisar considera que la coincidencia de obras en el centro urbano, que ralentizan las conexiones con Monte Alto, ha servido también para "concienciar a la gente para no bajar el coche al centro y hacer un mayor uso del transporte público". En el caso de los taxis, señala, ha causado un aumento de la demanda.