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El 14 de septiembre de 2021 la tragedia se fraguó en el barrio coruñés de O Birloque, donde un hombre de 51 años mató a su pareja, de 55, en el piso en el que convivían asestándole numerosas puñaladas con un cuchillo de cocina de 20 centímetros.

Según el relato de los hechos que se conoce, ambos discutieron de madrugada debido a que ella quería terminar la relación sentimental y su petición al hombre de que abandonara el domicilio.

El hombre advirtió a la fallecida de que se arrepentiría de la decisión, la cual no aceptó, por lo que acabó con su vida. Este martes, 15 de octubre, ha comenzado el juicio sobre este suceso que conmocionó a la ciudad herculina, dado que la mujer era muy conocida en el barrio porque trabajaba en una panadería.

Esta mañana, en el inicio del proceso con jurado popular constituido ayer, el acusado de asesinar a su pareja ha alegado, entre lágrimas y temblores, consumo de drogas y alcohol el día de los hechos: "Pido perdón", ha argumentado en su declaración en la Audiencia Provincial de A Coruña a preguntas de su letrado.
En esta línea, ha manifestado recordar únicamente "el charco", en alusión a la sangre de la víctima y que cogió el cuchillo con el que presuntamente mató a la mujer porque quería quitarse "del medio".

25 años de prisión

Las partes personadas, Fiscalía, acusación particular y defensa, han detallado los argumentos para su petición, en los dos primeros casos, de condena a 25 años de cárcel por asesinato, y de solicitud de calificación de homicidio por parte del abogado del hombre.

Esta parte sostiene que tenía sus capacidades volitivas y cognitivas afectadas y, ante el jurado, la fiscal ha asegurado que como agravantes hay "como mínimo" alevosía, parentesco y de género. Además, ha incidido en ausencia de "colaboración", algo que remarcó también la acusación particular, quien aludió a falta de arrepentimiento.

"No llamó a la Policía, ni mostró arrepentimiento, huyó para evitar ser descubierto y no colaboró". También ha atribuido al hombre un "perfil controlador". "El ataque fue de manera imprevista, no hay pruebas de que pudiera defenderse ni de lucha", sostiene la Fiscalía.

Las acusaciones sostienen que con un cuchillo le asestó varias puñaladas, alguna por la espalda, "de forma sorpresiva y repentina", cuando ella le comunicó que quería romper la relación y que abandonase el piso. Para huir, acusan al hombre de apoderarse de dinero de la víctima.