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Nueva placa contra el desgaste para honrar al padre y pionero del surf en A Coruña
- El Ayuntamiento, por iniciativa de surfistas de la ciudad, sustituirá el tributo que en el Paseo Marítimo recuerda a Tito Fariña, el querido referente del deporte fallecido hace cuatro años
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"Viejo". Así señalaba su taller Tito Fariña, con uno de los nombres con que se le conocía y con un número de teléfono, en la puerta metálica de un bajo de la calle Adelaida Muro. Era un templo sagrado para la comunidad del surf de A Coruña, a dos minutos de la playa del Matadero; un refugio donde guardaba y arreglaba tablas y bicicletas que dejó vacío, huérfano, a finales de noviembre de 2020. Moría Titaniuss, padre y pionero del surf, pero la ciudad lo recordaría poco después y para siempre en la fuente de los surfistas del Paseo Marítimo.
A los pies del estanque donde las dos figuras de piedra recortan el cielo y el mar de la ensenada del Orzán y contemplan a los surfistas cabalgar sobre las olas, una placa con una leyenda y una aleta de tabla (o de delfín) rinden tributo a Tito Fariña desde comienzos de 2021. El modesto homenaje, incrustado en roca, va a ser cambiado estos días por el Ayuntamiento por iniciativa de surfistas próximos al Viejo.
La nueva placa, para la que se consultó al departamento municipal de Patrimonio, mejorará la impresión de la actual y su material la protegerá de forma más duradera frente al efecto de la meteorología y al desgaste originado por el salitre y el ambiente marino. Nuevo tributo para el viejo Titaniuss.
El último hombre libre
"Roberto García Fariña, o último home libre. Pioneiro, mestre do surf e extraordinaria persoa. En homenaxe ás persoas surfistas que partiron e ás que chegarán a unirse con el”. Esta es la leyenda que ensalza y seguirá recordando al viejo jinete de las olas en el lugar donde hace cuatro años se congregaron decenas de amigos y conocidos de todas las edades para despedirse de él. La fuente del Paseo Marítimo se llenó de velas, flores y emociones para mantener vivo el espíritu de Fariña.
A un lado del mensaje, una antigua imagen del rostro de Titaniuss sobre fondo azul, con la vista puesta en un punto bajo, pensativa, quizá poco antes de entrar en la orilla del océano al que acudía casi todos los días para surfear; al otro lado, el viejo amigo, firme en pie sobre una tabla, antes de que una ola intente cerrarse sobre él para atraparlo.
Tito Fariña, allá donde esté, seguirá siendo libre junto al mar de A Coruña. "El mejor surfista que existe es el que mejor lo pasa en el mar", proclamaba otro pionero de las olas, el estadounidense Phil Edwards. Tan simple, tan auténtico.