Javier Mouriño, presidente Grumico

Javier Mouriño, presidente Grumico Quincemil

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Un paseo en silla de ruedas por A Coruña: las barreras cotidianas que enfrenta Javier Mouriño

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Acompañamos a Javier Mouriño, presidente del Grupo de Persoas con Discapacidade da Coruña (Grumico), en un recorrido por el Barrio de las Flores. A los 21 años, un accidente de tráfico le provocó una lesión medular. Hoy, a sus 44 años, su mayor desafío no es manejar la silla de ruedas, sino enfrentarse a las barreras urbanísticas que dificultan su movilidad en la ciudad.

El recorrido comienza en Grumico, situado junto a la fuente de las Pajaritas. Apenas salimos, encontramos el primer obstáculo: un coche de reparto subido a la acera debido a la falta de aparcamiento. "Esto no es lo peor, de hecho, es lo menos común", comenta Javier, mientras continúa el trayecto. La meta está en el final de la avenida Monelos, en la parte alta del Barrio de las Flores.

Al llegar al paso de cebra de Elviña, Javier se enfrenta nuevamente a problemas para subir la rampa hacia la acera. "Si el escalón no es muy alto, prefiero subirlo con la silla para evitar dar toda la vuelta", explica, y con un salto, consigue superar el obstáculo. La cuesta de la avenida Monelos es inaccesible, por lo que no tiene otra opción que dar la vuelta a toda la manzana. Un trayecto que normalmente supondría dos minutos de tu tiempo, se convierte en un recorrido de 15. "No tengo opción de atajar, siempre tengo que escoger el camino más largo", señala.

Las escaleras que conectan Monelos con Elviña, detrás del mercado, presentan rampas imposibles de subir. "La pendiente es mucho mayor de lo que marca la ley. Debería estar entre un 10% y un 15% de inclinación, y aquí supera el 50%", lamenta. Y eso sin contar las rampas a las que hay que acceder mediante escalones. Este tipo de barreras son la realidad diaria de Javier.

El paseo continúa por la parte baja del Barrio de las Flores, una zona recientemente urbanizada. "Aquí todo bien, está todo plano, pero sigue teniendo sus limitaciones", comenta. Aunque Javier se maneja con destreza en la silla, con años de experiencia y una actitud "muy inquieta", es consciente de que muchas personas encuentran estos obstáculos mucho más difíciles de superar. "No es solo enfrentarte a las barreras, es también el agotamiento físico que esto conlleva", añade.

Javier Mouriño, presidente de Grumico.

Javier Mouriño, presidente de Grumico. Quincemil

"Para ir a cualquier sitio, siempre tengo que preguntar por dónde y cómo puedo ir", confiesa. La planificación de cada salida se convierte en una ruta mental: "Necesito saber si el baño será accesible, si habrá espacio para aparcar...". Las limitaciones en su día a día son muchas, y Javier subraya la importancia de que la sociedad comprenda la necesidad de la accesibilidad.

"Lo que todos queremos es tener autonomía, no depender de nadie", afirma. Y es que, para Javier, como para todas las personas que se encuentran en su situación, la accesibilidad universal es un derecho. Por eso, sigue luchando para eliminar las barreras que impiden una vida normalizada. El Barrio de las Flores es solo un ejemplo de las dificultades que enfrentan a diario. "Las zonas con obras es mejor evitarlas", concluye.

La labor de Grumico

Como presidente de Grumico, Javier lidera una asociación que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad en A Coruña y su área metropolitana. Con más de 500 socios, Grumico ofrece apoyo integral a sus miembros.

Uno de los pilares fundamentales de Grumico es su gabinete de accesibilidad, un equipo compuesto por un trabajador social, abogados y arquitectos, que brinda asesoramiento y seguimiento sobre cuestiones relacionadas con la discapacidad, la accesibilidad y la dependencia, tanto a socios como a personas externas.

La asociación también lleva a cabo un programa de rehabilitación, que incluye trabajo social, psicología, fisioterapia y terapia ocupacional. Además, organiza talleres y cursos de formación laboral, ocio y tiempo libre, fomentando el desarrollo personal y la integración social de los usuarios.

A través de estas iniciativas, Grumico contribuye a la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad, luchando por un entorno más accesible y equitativo para todos.