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Los coruñeses, sobre todo quienes conducen, se han familiarizado desde hace dos años con el término "zona de bajas emisiones", o sus siglas ZBE. Se trata de áreas delimitadas dentro de las ciudades de más de 50.000 habitantes donde se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos contaminantes para mitigar emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y mejorar la calidad del aire. En A Coruña, según preveía el Concello a finales de 2022 y mantiene en la actualidad, "no va a haber restricciones de tráfico por tipo de vehículos".

Quizá este temor lo tienen los conductores que en los últimos días han visto señales verticales y pintadas en el asfalto con las letras ZBE y el símbolo que indica que la zona está vigilada mediante cámaras. Son muy recientes en la zona de Riazor, alrededor del estadio, así como en el inicio de Alfonso Molina y Cuatro Caminos, además de en distintos puntos de la ronda de Outeiro, con señales, sensores y cámaras instaladas en los últimos meses.

El Gobierno local insiste en que los vehículos podrán seguir circulando como hasta ahora, salvo por zonas de la ciudad en las que ya había restricciones, como ocurre en calles peatonales o en la Marina y O Parrote, donde solo lo pueden hacer el transporte público, los coches de reparto en zonas de carga y descarga de mercancías y los residentes.

La instalación de todo el material aún no se ha completado, añaden fuentes municipales, que no ponen plazo a la culminación de un proceso que estuvo condicionado a lo largo de este año por el retraso en la culminación y el envío de los equipamientos necesarios para realizar el control y seguimiento del tráfico en las ZBE.

Menos contaminación, mejor calidad del aire

Desde enero de 2023 están señalizados los primeros ámbitos ZBE de la primera de las dos etapas de implantación en A Coruña: O Parrote-Marina, Ciudad Vieja y Plaza de España, donde se han instalado distintos sistemas de control de la movilidad, entre ellos cámaras. La segunda fase está próxima a completarse, según el Concello, y comprende la red urbana entre Riazor y Cuatro Caminos, con barrios como Agra do Orzán, Sagrada Familia y parte de Os Mallos y una zona de especial protección en el centro con límite en la calle Juan Flórez.

Ámbitos delimitados de las áreas de zonas de bajas emisiones de A Coruña.

Las ZBE de la ciudad contribuirán a "reducir la contaminación ambiental, preservar y mejorar la calidad del aire y la salud pública, disminuir los niveles de contaminación de la ciudad hasta los recomendados por la Organización Mundial de la Salud y cumplir los valores límite de calidad del aire legalmente establecidos", según indica la memoria del proyecto de creación e implantación de ZBE promovido por el Gobierno municipal.

Su puesta en marcha viene impuesta por la entrada en vigor de la ley de cambio climático y transición energética, aprobada en 2021, y afecta a casi 150 ciudades con población superior a 50.000 habitantes. El sistema de control de tráfico en las ZBE de A Coruña está vinculado a cinco proyectos técnicos valorados en conjunto en seis millones de euros, en parte financiados con fondos europeos Next Generation.

Cámaras y radares

Los cinco contratos licitados y adjudicados para controlar la movilidad en A Coruña tienen como fin monitorizar el tráfico en tiempo real para proporcionar las mejores soluciones para quienes están al volante y para los agentes de la Policía Local; vigilar zonas peatonales reguladas y de carga y descarga mediante equipos para el control del acceso restringido, a zonas como la Ciudad Vieja y la Marina; e instalar cámaras de lectura de matrículas y paneles de información variable para controlar accesos.

Vehículos circulan por Linares Rivas y plaza de Ourense, una zona de alta congestión de tráfico en A Coruña. Quincemil

Con un fin orientado a la sostenibilidad ambiental, los proyectos también contienen sistemas para consultar la movilidad en la ciudad y predecir la evolución de la contaminación atmosférica para identificar itinerarios alternativos de circulación y zonas de aparcamiento; además de la implantación de una estación que medirá la calidad del aire en el entorno del casco histórico y la ampliación de la red de medición del ruido ambiental.

El Concello no ha informado de la situación en que se encuentra cada proyecto, aunque el área de Movilidad y los responsables de Tráfico han hecho pruebas para comprobar su funcionamiento en distintas zonas de la ciudad antes de llevar a cabo las últimas señalizaciones en el suelo y las aceras.

¿Habrá multas?

Las únicas sanciones vinculadas a las ZBE serán las derivadas de las infracciones por circular por áreas ya restringidas y monitorizadas, como la Marina. Habrá también multa para los vehículos que excedan del tiempo permitido en la carga y descarga y en zonas peatonales, de acuerdo con la aplicación de las normas que permiten a los ayuntamientos imponer sanciones. El Concello no prevé multar por circular por otras zonas de la ciudad incluidas en los amplios ámbitos que abarcan las zonas de bajas emisiones.