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La Xunta de Galicia ha abierto la puerta a ayudar a las víctimas de la presunta estafa de la agencia de viajes de A Coruña, A&M Tours. El Instituto Galego de Consumo e Turismo de Galicia está analizando las reclamaciones interpuestas hasta el momento y estudiando qué mecanismos activar para "garantizar los derechos de los afectados". Así lo ha asegurado en un comunicado.

El director general de Comercio e Consumo, el director de Turismo de Galicia y la gerente del Instituto Galego do Consumo e da Competencia mantuvieron una reunión esta mañana para "analizar las reclamaciones" interpuestas hasta el momento contra A&M Tours por, presuntamente, haber estafado a casi un millar de personas. El Gobierno gallego ha asegurado que trabaja para "poner a disposición todos los mecanismos disponibles y necesarios para garantizar los derechos de los afectados". 

El escándalo saltó a la luz la semana pasada con dos detenciones —la del gerente del local y su mujer por presuntamente haber estafado a sus clientes. Las denuncias se acercan ya a las 100, siendo en su mayoría de personas que emigraron en su día a España y que quería regresar a sus países de origen para visitar a sus familiares. Para ello, habían optado por recurrir a esta agencia para comprar el billete, abonando el dinero, pero con posterioridad comprobando que no había sido emitido el pasaje por lo que no podían coger el vuelo.

La Policía Nacional mantiene una investigación abierta. Por otro lado, el sector de agencias de viajes ha animado a todos los afectados a tomar cartas en el asunto y presentar denuncia por los hechos acontecidos. 

Testimonios de afectados

Jesús Expósito, un afectado, reclama 3.400 euros por un billete a Santo Domingo. Su mujer viajaba a República Dominicana el 9 de diciembre. Él y su hija lo iban a hacer el 18 de diciembre. Las únicas explicaciones que tienen son por parte de la empresa intermediaria, que asegura que el billete nunca fue emitido. Por su parte, la agencia A&M Tours pedía al cliente tiempo y argumentaba que la aseguradora se haría cargo de los gastos. 

Sara Marina Pires Évora, otra afectada, compró también un billete de 1.300 euros para Santo Domingo en agosto. Un día antes del vuelo la agencia le avisó de que había sido cancelado y que se retrasaba un día. "Voy al aeropuerto y voy a facturar y me dice la azafata que el billete está emitido pero que no está pagado. Le digo. ¿Cómo que no está pagado?", recuerda. Finalmente, consiguió tomar un vuelo, pero "cuando él quiso —por el propietario de la agencia—".