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STL pierde fuerza en A Coruña: USO, CGT y CIG se imponen en el servicio de limpieza viaria
- Las elecciones estuvieron marcadas por los enfrentamientos del secretario general de STL, Miguel Ángel Sánchez, con los trabajadores
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El sindicato STL continúa perdiendo fuerza en A Coruña. Tras la finalización del conflicto de la recogida de basuras en verano, que terminó con el despido de varios de sus referentes, ahora el sindicato ha perdido la mayoría absoluta en las elecciones sindicales del servicio de limpieza viaria de la ciudad.
Hasta ahora, STL contaba con ocho de los nueve representantes sindicales dentro de la empresa. Sin embargo, en las elecciones celebradas este viernes, se ha producido un cambio claro de tendencia. STL se mantiene como sindicato más votado, aunque su número de representantes se ha reducido a cuatro. Los otros cinco se han repartido entre CGT (dos), USO (dos) y CIG (uno), que ya han comunicado que se unirán para formar mayoría y desbancar a STL.
Estaban convocados a las urnas todos los trabajadores y trabajadoras de UTE, empresa encargada de la limpieza viaria en A Coruña. La participación fue del 92,3%, según afirma José Pazos, representante de CGT, emitiéndose un total de 225 votos, de los cuales cinco no fueron válidos.
Enfrentamientos con STL
Las elecciones estuvieron marcadas por el comportamiento del secretario general de STL, Miguel Ángel Sánchez Fuentes, que daba "a entender a la gente que su voto era equivocado, que no estaba de acuerdo con algunas votaciones. Iba parando a la gente uno a uno, mirándolos, retándolos y diciéndoles que se estaban equivocando", explica Pazos.
El representante de CGT afirma que Sánchez Fuentes, visiblemente nervioso, llegó a discutir e insultar a compañeros allí presentes. "Han perdido la fuerza. Saben que no van a poder hacer nada porque no hay nadie que se vaya a querer juntar con ellos, es algo que tenemos muy claro".
Dentro de las delegaciones sindicales de CGT, USO y CIG hay personas que, antiguamente, formaban parte de STL. Sin embargo, tomaron la decisión de separar sus caminos de el del sindicato. "Antes hacía las cosas medianamente bien. Pero llegó un momento que este hombre solo montó empresas para sí mismo, se fue corrompiendo, haciendo las cosas mal y mirando para él en vez de por los trabajadores. Decidimos irnos de allí y no queremos saber nada de él".
Ahora falta que los tres sindicatos se pongan de acuerdo a nivel organizativo, pero confían en que no va a haber ningún problema para llegar a ese punto. Su objetivo principal está claro: "quitar el miedo a la plantilla, que pueda hablar y decidir lo que quiera siempre desde el respeto", explica José Pazos. El siguiente paso será en 2026 con la negociación del convenio con la empresa, que en este caso "no habrá solo una persona como venía pasando. Nosotros creemos en la transparencia".