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La Audiencia Provincial de A Coruña ha dictado sentencia en el caso del asesinato de Samuel Luiz. Finalmente, Diego Montaña ha sido condenado a 24 años de cárcel, mientras que Alejandro Freire cumplirá 20 años, Kaio Amaral, 20 años y medio, y Alejandro Míguez, 10 años de prisión. En total son 74 los años de condena que le atribuyen a los cuatro culpables del asesinato del joven coruñés. El 8 de enero de 2025 será recordado como el día en que A Coruña comenzó a sanar sus cicatrices.

Diego Montaña fue condenado a 24 años de prisión, debido a la agravante de discriminación por orientación sexual. La magistrada, Elena Fernanda Pastor Novo, explicó que se valoró la gravedad del ataque, la intervención directa de Montaña desde el inicio hasta el final del asalto, y su actitud cruel tanto con la víctima como con su familia, sin mostrar empatía.

Alejandro Freire fue condenado a 20 años de prisión, pues no se encontraron circunstancias agravantes ni atenuantes. La sentencia subraya su rol de "partícipe destacado", con un ataque directo a Samuel, propinándole golpes y evitando su defensa o huida.

Kaio Amaral recibió una condena de 20 años y medio, de los cuales 17 fueron por asesinato y 3 por robo con violencia. La sentencia subraya su implicación en el asesinato, aunque su participación fue considerada menos grave que la de los otros acusados.

Alejandro Míguez, como cómplice, fue condenado a 10 años de prisión, dado que se consideró que su intervención fue menor en el crimen. Este último será el único que permanezca en libertad a espera de que se celebre se celebre el recurso en el TSXG, que será en unos meses.

La magistrada enfatizó la especial gravedad del asesinato y los efectos devastadores sobre los padres de la víctima, quienes sufrieron un profundo dolor moral y dificultades psicológicas a raíz de la pérdida de su hijo, así como la falta de compasión de los condenados al dejar a Samuel inconsciente y herido en la rotonda, lo cual causó un sufrimiento adicional a la familia.

Hechos probados

En la sentencia, la magistrada presidenta recalca que la víctima, de 24 años, falleció como consecuencia de una agresión grupal, iniciada por Diego Montaña, y seguida por Alejandro Freire, Kaio Amaral y Alejandro Míguez -partícipe indirecto de la agresión-. El primero de ellos se encontraba acompañado por su entonces pareja, Katy Silva -única absuelta del caso-. Este creyó que Samuel Luiz, que se hallaba realizando una videollamada, les estaba grabando con su teléfono móvil.

En la resolución, subraya que el Tribunal del Jurado entendió probado por unanimidad que Diego Montaña interpretó que la víctima era homosexual, llegando a decirle: "Deja de grabar, a ver si te voy a matar, maricón". Este hecho, según el fallo, "desencadenó la reacción totalmente agresiva contra Samuel, por su animadversión hacia la condición sexual homosexual que le atribuyó". Así, señala que, de forma sorpresiva y repentina, "se abalanzó sobre Samuel, golpeándole con puñetazos y patadas, principalmente en las zonas de cabeza y cara".

Alejandro Freire, amigo de Diego Montaña, "se sumó a dicha acción de forma inmediata, atacando a Samuel por la espalda, rodeándole con fuerza el cuello con su brazo". "En cuestión de segundos, se adhirieron de forma progresiva al ataque un numeroso grupo de amigos y conocidos de los acusados, que se hallaban en las inmediaciones", asegura la presidenta del Tribunal del Jurado en la sentencia. Kaio Amaral, según la resolución, "se integró en el grupo agresor, propinando a Samuel al menos una patada". Por su parte, Alejandro Míguez se situó en el punto inicial de la agresión, aunque sin golpear a Samuel.

El Tribunal del Jurado entendió probado que Diego Montaña y Alejandro Freire golpeaban a la víctima mientras Kaio Amaral y Alejandro Míguez impedían su huida y dificultaban cualquier tipo de ayuda o defensa que pudieran prestarle terceras personas.

Samuel Luiz, según la sentencia, "se encontraba totalmente indefenso y desvalido debido al elevado número de personas que lo agredían y rodeaban". A pesar de ello, "en un momento dado y a duras penas", logró incorporarse e intentó abandonar el lugar, ayudado por dos ciudadanos senegaleses, pero fueron perseguidos unos 150 metros por el grupo agresor.

Finalmente, la víctima cayó al suelo desplomada e inconsciente, momento en el que los cuatro condenados y demás miembros del grupo se dispersaron por diversas calles.