El picudo rojo sigue avanzando en A Coruña. Por el momento está ganando la batalla a las palmeras de la ciudad. El Ayuntamiento ha talado en las últimas horas cinco ejemplares ubicados en la plaza de San Pablo por este motivo.
En abril, el Gobierno local anunció que aplicaría un tratamiento preventivo en 85 palmeras de la ciudad con el objetivo de mitigar el impacto que tiene el picudo rojo en los ejemplares de la ciudad. Concretamente, se aplicó en los jardines de Méndez Núñez (70), las calles Santa Lucía y Cabana (8), el cementerio de San Amaro (4), As Atochas (2) y el carreiro da Estacada (1). No obstante, los intentos de preservar las palmeras de la ciudad no están siendo fáciles. El molesto insecto se ha cobrado cinco nuevas víctimas en la plaza de San Pablo.
La tala es el último clavo al que aferrarse. En estos casos, los técnicos municipales valoran los daños y, dependiendo de la gravedad de la situación, se procede a la tala de las palmeras afectadas para evitar así que la plaga se siga propagando o se toman otras medidas.
En los últimos dos años ha sido habitual que cada ciertos meses el Ayuntamiento tale palmeras de espacios públicos de la ciudad por el picudo rojo. El insecto está amenazando la pervivencia de una especie que, aunque no es autóctona, ha pasado a formar parte del ADN de A Coruña.
La razón de por qué hay tantos ejemplares de esta especie en Galicia se encuentra en las migraciones que tuvieron lugar en el siglo XIX. "Las palmeras llegaron de la mano de las personas que emigraron al continente americano y acabaron regresando", relata Javier Cremades Ugarte, catedrático de Botánica de la Universidade da Coruña.