SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 May. (EUROPA PRESS) –

Aunque el listado no se ha hecho público, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, afirmó en días pasados que había 140 municipios en Galicia, algo menos de la mitad de los que hay en la Comunidad, en los que no se habían registrado casos positivos de coronavirus durante la última semana. Y pese a que no se han concretado los datos, de las consultas realizadas por Europa Press, se extrae un hilo conductor entre los municipios con los que se ha contactado y que no han registrado ningún caso: su eminente carácter rural, dispersión poblacional y que tienen menos de 5.000 habitantes.

Así, de la ronda de contactos realizada por Europa Press, se ha obtenido que, de forma oficial, no hay infectados por coronavirus registrados en los municipios lucenses de A Fonsagrada, Riotorto, O Vicedo, Muras, Lourenzá o Negueira de Muñiz, en la provincia de Lugo; Toques, en A Coruña; Arbo o Mondariz, en la provincia de Pontevedra; y Larouco, Gomesende, Quintela de Leirado o A Veiga (que solo contabilizó un caso importado de Madrid pero ya no cuenta con ninguno), en la provincia de Ourense.

Los alcaldes consultados llamaron la atención sobre el hecho de que la población en estas localidades está "muy envejecida", por lo que, si había un contagio, el riesgo era mayor. Todos coinciden en que "la dispersión ayudó" y sostienen que tiene que servir para "acordarse del rural" cuando pase la pandemia.

"La población lo tomó con mucha responsabilidad", ha afirmado a Europa Press el regidor de A Fonsagrada, Carlos López (PSOE), quien ha indicado que "se vieron reflejados en la situación de otras comunidades, se concienció e hicieron caso".

En el ayuntamiento, de unos 3.600 habitantes, se habilitó un teléfono a través del cual las personas mayores podían solicitar alimentos y medicinas. Este municipio, por el que pasa el Camino de Santiago, también cuenta con mucha población en Madrid, Barcelona o Bilbao, pero "no volvieron". "Sí, fue fundamental", ha asegurado, en referencia al hecho de que no se diese esa movilidad, y a que "el éxito fue la responsabilidad de los vecinos".

La Casa Consistorial de cada uno de los municipios consultados también sirvió de "impresora" para hacer llegar los trabajos de los escolares, ya que en buena parte de los hogares no contaban con lo necesario para continuar el curso.

"A ver lo que pasa en julio y en agosto, que son los meses más fuertes en el tema turístico y cuando regresa la gente de fuera", ha manifestado, expectante, el alcalde fonsagradino.

Larouco (Ourense)

Todos los alcaldes han destacado la actuación de los habitantes de estos municipios que, aunque son solo una representación, se trata de localidades con menos de 5.000 habitantes, algunas incluso menos de mil, como Larouco (Ourense), con apenas 429.

"Somos, después de A Teixeira, el más pequeño de Galicia", ha destacado la alcaldesa de esta localidad, Patricia Lamela (PP), que, además de regidora, es también profesional sanitaria. De hecho, no solo ha ejercido como alcaldesa, sino que también ha difundido sus conocimientos para la protección de los vecinos.

"No tuvimos a gente de fuera, solo unas cuatro personas llegaron antes del confinamiento", ha explicado la regidora, que ha indicado que antes del estado de alerta y de emergencia en el ayuntamiento ya se decidió cancelar la feria y un evento de coches clásicos, además de otras actividades. "Fuimos tomando medidas", ha destacado la alcaldesa, que ha puesto en valor que la gente "dejó de moverse, se quedó en sus casas".

Así, Patricia Lamela ha achacado la situación del municipio, que tendría un alto riesgo si hubiese algún caso puesto que alrededor del 70 por ciento de la población es mayor, a la "responsabilidad de la gente". "Aquí, en una situación normal, si sales a pasear, lo raro es que te encuentres con alguien", ha evidenciado, si bien en verano se duplica la población.

La alcaldesa ha explicado que ella misma ha repartido mascarillas y ha enseñado a colocarlas, puesto que es sanitaria. En el pueblo, además, hay un grupo de mujeres que cosen batas y ella misma se encarga de llevar el material de una a otra casa para que vayan rematando la faena entre todas. Otro grupo de mujeres que antes jugaba a las cartas, "dejó de hacerlo" ya desde el principio "por miedo": "ahora se llaman por teléfono".

Muras (Lugo)

Mientras, el alcalde de Muras, Manuel Requeixo (BNG), ha querido ser muy "prudente" con los datos y ha matizado que el hecho de que él no tenga constancia de ningún caso registrado no evita que lo hubiese o pueda haber. Con todo, ha considerado que tener "poca población", 648 habitantes, sí ha podido constituir "una ventaja" para lograr este objetivo.

Sus vecinos, con un 60 por ciento más de 65 años, se "tomaron muy en serio" las medidas adoptadas. El ayuntamiento, que adoptó medidas para hacer frente a la factura de la luz de los vecinos, también se hizo cargo de la distribución de medicamentos y alimentación a las casas. También se mantuvo la venta ambulante por las casas durante el estado de alarma, lo que ha facilitado el acceso a los productos.

Toques (A Coruña)

"Efectivamente, no se ha constatado ningún caso", ha remarcado el alcalde de Toques, Miguel Buján (PSOE), en declaraciones a Europa Press. En este municipio de apenas unos 1.300 habitantes –según datos del alcalde– se han repartido mascarillas, se cancelaron todas las actividades incluso antes del estado de alarma y se ha desinfectado los lugares públicos.

Además, se estableció un servicio de entrega de medicamentos y alimentos. "Al ser una población muy dispersa, no hay aglomeraciones de gente. Estamos satisfechos y confiamos en que vaya a mejor", ha remarcado el regidor de este municipio coruñés. "La dispersión poblacional ayuda en la contención", ha reafirmado.

En este municipio también hay "segundas viviendas", pero el alcalde ha asegurado que "no se ha notado presencia de fuera". "No se escaparon a la aldea, al menos no hemos notado presencia de gente que habitualmente vive fuera", ha asegurado el regidor, que ha atribuido este ‘éxito’ al "comportamiento" de los vecinos.

Arbo (Pontevedra)

El alcalde de Arbo, Horacio Gil (PP), también ha confirmado a Europa Press que, a día de hoy, no tienen registrado ningún caso. Con unos 3.300 habitantes, desde el día 12 de marzo se cerraron las instalaciones municipales.

Ha reconocido que un municipio de este tamaño "se ve favorecido en cuanto a las recomendaciones de distanciamiento social". "No hay grandes aglomeraciones", ha explicado el regidor, que ha manifestado que se reforzaron los servicios sociales durante este confinamiento y se ha llegado a un acuerdo con el servicio de taxi para trasladar medicinas y alimentación a los vecinos con el fin de que el colectivo más vulnerable, a partir de 70 años, no tenga que desplazarse.

Al igual que otros ayuntamientos, uno de los servicios que ha dado es el de apoyo a los alumnos para que pudieran seguir con sus estudios. En este sentido, ha señalado que, de cara al futuro, "esta situación si alguna cosa positiva se puede extraer es la puesta en valor del rural".

Convencido de que la "prudencia" y el "compromiso" de los vecinos han sido la clave de la situación que vive su ayuntamiento, ha asegurado que "no hubo" llegadas "masivas" con motivo de las medidas especiales del estado de alarma, aunque sí vecinos acudieron porque tenían que atender explotaciones vitivinícolas, por ejemplo.

Para el regidor de Arbo, esta pandemia ha servido para que haya un "un reconocimiento al rural, que va a continuar en el futuro" y ha augurado que habrá "gente que va a querer fijar aquí su residencia". Por ello, ha hecho votos por que las distintas administraciones públicas "favorezcan las infraestructuras de telecomunicaciones" y otros servicios: "hay que poner más medios en el rural".