Los trabajos de restauración de los retablos laterales de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Sil (Ourense) se están desarrollando con sorpresa incluida, ya que han sido encontrados de casualidad cuatro anillos que llevaban siglos en paradero desconocido entre los restos de nueve obispos santos que murieron entre los siglos X y XI. Así lo ha confirmado la Diócesis de Ourense en sus redes sociales y varios expertos piensan que podría tratarse de los famosos anillos milagrosos de estos obispos de los que el canónigo archivero de la Catedral ourensana, Don Emilio Duro Peña, habló en su obra sobre el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil donde se sabe que murieron estos religiosos.
Duro argumenta en su trabajo sobre la vida, milagros y veneración y culto público de los cuerpos y reliquias de los nueve obispos y habla de los supuestos milagros obrados por los anillos que se dejaban a los enfermos y por lo que se pasaba agua, un gesto que supuestamente curó hasta cegueras. Estos objetos han estado perdidos durante siglos pero desde hace unos días ya forman parte del extenso patrimonio histórico de la comunidad gracias a los trabajos de restauración patrocinados por la Xunta de Galicia y realizados por el Centro San Martín de la Diócesis de Ourense.
Se encontraron concretamente en la urna que se conservaba en el relicario junto a los restos de cuatro de los obispos y que está dividida en cuatro compartimentos, y precisamente uno de ellos contenía una bolsa de tela (probablemente seda) con bordados en hilo de oro que contenía cuatro anillos de plata con piedras de diversa calidad y dos documentos escritos. En el texto se podía leer: "Estos quatro anillos son de los que quedaron de los nueve Santos Obispos. Son los que han quedado. Los demás desaparecieron".
Este hallazgo fue una gran sorpresa para todos los presentes, sobre todo para el párroco de Santo Estevo, Xosé Xulio Rodríguez Fernández, que se pregunta ahora si realmente serán los milagrosos desaparecidos en el pasado. Para confirmar este dato, ahora se llevará a cabo un estudio de la fuentes históricas con investigadores especializados en joyas medievales y tejidos antiguos, para lo que la Diócesis de Ourense sostiene que será clave la colaboración de los especialistas de la Delegación de Patrimonio de la Xunta de Galicia y de los restauradores de metales preciosos que trabajan en los Museos Vaticanos.
Una ficción muy real
La historia de estos anillos, que hasta hace unos días estaban en paradero desconocido, fue contada por la escritora María Oruña en su novela "El bosque de los cuatro vientos" y ahora lo que era una ficción es más real y tangible que nunca.