Familias gallegas de usuarios de centros de día y ocupacionales urgen la vacuna: "Es injusto"

"Cruel" e "inhumano". Estos son dos de los adjetivos que utilizan familiares de usuarios de centros de día y ocupacionales para calificar la situación que viven las personas con discapacidad que diariamente acuden a estos espacios en los que durante 8 horas conviven con personas con diferentes problemáticas que, pese a su complicada situación, siguen sin estar vacunadas a día de hoy.

Pilar Couso, madre de uno de estos usuarios, lleva mucho tiempo tratando de poner fin a lo que ella califica de "injusticia". Por ello, una vez más, reclama a la Xunta que vacune cuanto antes a los usuarios de estos centros especializados, al igual que se hizo en su día con los dependientes de la residencias.

Esta mujer asegura no entender por qué otras comunidades ya han vacunado a este colectivo vulnerable y sin embargo en Galicia todavía no han recibido ni siquiera la primera dosis. Estas personas, relata Pilar con la voz resquebrajada, están durante ochos horas al día con personas no convivientes, con el riesgo que ello conlleva. Además, en muchos casos, estos usuarios, que sufren diferentes patologías, no con capaces de respetar todo el tiempo las medidas de seguridad, como por ejemplo mantener puesta la mascarilla.

Sin recibir respuesta

Pilar ya ha enviado escritos a las diferentes administraciones (Gobierno central, Xunta y Concello), pero sigue sin recibir una respuesta que le permita a su hijo de 36 años y a ella, al igual que a otras muchas familias, vivir con mayor tranquilidad. El Gobierno le remite a la Xunta y esta, según apunta Pilar, señala que siguen estrictamente la estrategia de vacunación establecida por el Gobierno y que la vacunación se realiza "según criterios de edad".

Por ello, pese a que por momentos esta situación ya le resulta muy dura, esta madre no dejará de luchar para que se agilice la vacunación de los usuarios de centros de día y ocupacionales de Galicia. Para todas estas familias, la vacunación, además de una dosis de inmunidad frente al coronavirus, supondría una dosis de vida.