Futuras residencias gallegas: máximo 150 usuarios y "vía rápida" para urgencias sanitarias
Unidades de convivencia de hasta 25 personas o habitaciones inteligentes son otras de las medias del nuevo modelo de residencias elaborado por la Xunta que fue presentado este martes
21 diciembre, 2021 19:50SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Dic. (EUROPA PRESS) –
Capacidad máxima para 150 usuarios, unidades de convivencia de hasta 25 personas, habitaciones "inteligentes", un consejo asesor para cada centro con representantes de familiares y una "vía rápida" de acceso a las urgencias sanitarias son algunas de las claves que incluye el nuevo modelo de residencias de mayores de Galicia que ha diseñado la Xunta y que ha presentado este martes en el Parlamento la conselleira de Política Social, Fabiola García.
Tal y como ha explicado, estas medidas, que deberán ser observadas por todas las instalaciones –públicas y privadas– de nueva creación y las que sean objeto de reforma en el futuro, buscarán dar un "giro radical" a este servicio en la Comunidad gallega. La conselleira ha comenzado su intervención comparando la red residencial de Galicia con la Catedral de Santiago, un templo "sólido y hermoso" pero que con el tiempo se fue "desgastando", por lo que precisa "una regeneración total" para "seguir sirviendo". Esta necesidad de cambio se vio más urgente con la irrupción de la covid, que generó "una presión interna y externa sin precedentes" en los geriátricos.
Por esto mismo, la Xunta conformó hace un año un comité de asesores sociosanitarios para elaborar esta hoja de ruta que la conselleira ha presentado este martes en el Parlamento como una propuesta "ambiciosa, audaz y sensata", pero sobre todo "de consenso", que pondrá a Galicia a "liderar la gran reforma" del sistema en Europa. En concreto, la propuesta del comité está dividida en cuatro pilares: más humanización en el trato y formación continuada para los trabajadores; el aprovechamiento de la tecnología; una mejor coordinación con el Servizo Galego de Saúde (Sergas); y reformas estructurales.
Máximo de 150 usuarios
Con respecto a estas últimas, que se empezarán a aplicar en todas las residencias de nueva construcción –entre ellas, las que promueve la Fundación Amancio Ortega en las siete ciudades gallegas–, se contempla el tope de 150 usuarios que estarán repartidos en hasta seis módulos o "minirresidencias" de 25 personas seleccionadas "por sus preferencias antes de por sus grados de dependencia", según ha puntualizado Fabiola García.
Además, estas "unidades de convivencia" estarán decoradas tal y como estaban los domicilios de los residentes y minimizarán la rotación del personal entre ellas para poder "salvaguardar la intimidad". En esta misma línea, los módulos no podrán servir de zona de paso a otros y todos ellos contarán con acceso directo a zonas comunes del complejo. No en vano, se recomendará que las residencias estén "integradas" en los pueblos y ciudades.
Para personas que padecen deterioro cognitivo, los centros podrán contar con áreas de psicogeriatría, que ya estarán habilitadas en los que financia la Fundación Amancio Ortega.
Coordinación con el Sergas
En lo que respecta a la "mejor coordinación" con el sistema sanitario, la conselleira de Política Social ha agradecido "el compromiso" de su homólogo en Sanidade, Julio García Comesaña.
En este contexto, ha avanzado que serán los hospitales los que servirán la medicación a los centros de más de 90 plazas para "aliviar" la presión en Atención Primaria. De hecho, los que cuenten con personal sanitario contarán con "la última versión" de la receta clínica electrónica del Sergas, tal y como ha asegurado Fabiola García. Asimismo, Galicia habilitará unas unidades de cuidados intermedios para pacientes que, si bien ya recibieron el alta del hospital, todavía requieren acompañamiento social para retomar la vida autónoma y evitar su ingreso en un geriátrico.
La conselleira también ha avanzado la creación de "vías rápidas" para acceder a las urgencias y a los hospitales de día, así como la puesta en marcha de un código específico en la centralita del 061 que dará prioridad a los centros.
Residencias más humanizadas
En el apartado de humanización, el nuevo modelo tendrá el objetivo de respetar la "dignidad e intimidad" de los usuarios. Entre las medidas estará el destierro de las sujeciones "físicas y farmacológicas salvo en casos extraordinarios, justificados y siempre pautados por médicos".
Además, los centros favorecerán las salidas de los residentes y facilitarán que las familias puedan entrar a las habitaciones y comer con ellos. Los profesionales elaborarán con un plan de actividades "personalizado" para cada usuario que, teniendo en cuenta sus preferencias, le ayuden a conservar su calidad de vida y buena forma.
Otra de las novedades es la incorporación de un "consejo asesor" de carácter consultivo en el que estarán representados usuarios, familiares, profesionales y la entidad titular. Este órgano será obligatorio para las residencias de más de 100 plazas, pero la Xunta aconsejará a las más pequeñas que también lo incorporen.
También se pondrá en marcha una oficina de atención a nivel autonómico para residentes y familiares, y todos los geriátricos tendrán que contar un plan de formación continua de sus empleados.
"Habitaciones inteligentes"
Finalmente, en el apartado tecnológico, la conselleira ha asegurado que a lo largo de 2022 la Xunta "tranformará" los centros públicos para que sirvan de modelo para las iniciativas privadas. Entre las principales novedades estarán las "habitaciones inteligentes" con sensores que avisarán si los mayores sufren alguna caída o deambulan de noche, aunque "por supuesto con respeto a la intimididad", según ha garantizado la conselleira.
El plan contempla asimismo un nuevo mecanismo de seguimiento –fuera y dentro del centro– para que los residentes con deterioro cognitivo no se "desorienten", aparte de sistemas de ocio y de comunicación con sus allegados. Todos estos avances, tal y como ha dicho la conselleira, ya están en marcha en la residencia pública piloto de A Estrada (Pontevedra), con "valoraciones excelentes" por parte de usuarios y trabajadores.
PSDEG y BNG
Tras el discurso de la conselleira ha llegado el turno de los grupos políticos. Por parte del PSdeG, la diputada Marina Ortega ha censurado que los planes de la Xunta pasen por mantener las "macrorresidencias", por lo que ha demandado centros "más pequeños, más familiares", así como "más diálogo" con las personas y más transparencia con la publicación de las actas de inspección.
Desde el BNG, su viceportavoz parlamentaria, Olalla Rodil, ha reconocido que le sabe "bastante a poco" el nuevo modelo, si bien "hay cuestiones" en las que los nacionalistas, que esta misma semana anunciaron que llevarán a la Cámara una propuesta de ley de residencias, están "de acuerdo" –como la separación por módulos–. Con todo, Rodil ha criticado que las novedades se limiten a aquellos centros "que se vayan a construir". "¿Y a las 21.944 personas que están en las residencias de mayores hoy? ¿En qué condiciones están", se ha preguntado.
Enfrente, el diputado del PPdeG Alberto Pazos ha lamentado las críticas de la oposición y ha reivindicado la gestión sociosanitaria de Galicia durante la pandemia: "Decir que fue fruto de la casualidad es una falta de respeto a los profesionales de las residencias públicas y de las privadas".
Residencia en Ourense
Durante el debate, tanto la conselleira como el diputado popular han aprovechado para cargar contra BNG y PSdeG por no apoyar en el Ayuntamiento de Ourense el cambio de uso de unos terrenos para construir la nueva residencia de la Fundación Amancio Ortega.
"Ustedes dijeron no, no, no y por cuarta vez dijeron que no a la construcción de una residencia pública en el centro de Ourense", ha lamentado Fabiola García, tras lo cual la socialista Marina Ortega la ha acusado de "demagogia", porque ese cambio de uso de la parcela se debe hacer "con respecto a la legalidad y a la normativa".