La CIG pide una subida salarial de las trabajadoras del Servicio de Axuda no Fogar de Galicia

La CIG prosiguió este miércoles en A Coruña y Ourense su calendario de movilizaciones para denunciar la precariedad de las trabajadoras de los Servicios de Ayuda a Domicilio (SAF) de Galicia y reclamar que se les aplique el aumento salarial del 6,5% que les corresponde el IPC de 2021. Además, exigen un acuerdo para dignificar sus condiciones laborales.

Las manifestaciones han tenido lugar frente a las oficinas de Ingesan OHL (concesionaria de parte del servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de A Coruña), mientras que en Ourense la protesta ha tenido lugar en las oficinas de Samaín Servicios (Grupo Clece), que gestiona el SAF de esta ciudad. Para mañana, jueves 5, están convocadas concentraciones en Lugo, frente al ayuntamiento, a las 11:30 horas; y en Ferrol, frente a las oficinas de Clece, a las 14:45 horas.

Estas convocatorias se enmarcan en la campaña de movilización que está desarrollando la CIG en el sector a lo largo de esta semana y culminará el próximo domingo 8 de mayo con una manifestación nacional desde Santiago de Compostela, que partirá de la Alameda a las 11:30 horas, para finalizar en la Plaza de Platería.

En Galicia hay registradas 250 empresas de Servicios de Ayuda a Domicilio para las que trabajan unas 8.000 personas, el 95% mujeres. Sin embargo, solo cuatro han actualizado sus sueldos al IPC real, que terminó el año 2021, a pesar de estar incluidos en el convenio. El resto de empresas o no han pagado o están pagando la mitad, un 3,1%-3,2%, cantidad que CIG considera "absolutamente insuficiente".

Pero además de exigir una actualización salarial y un convenio digno, esta campaña de movilización también quiere denunciar la precariedad laboral que sufren los trabajadores de SAF, con contratos a tiempo parcial y, según cada municipio, con unos u otros precios de concesión.

Así, la CIG ha realizado un llamamiento a todas las trabajadoras a sumarse a la manifestación del próximo domingo, así como a todo tipo de colectivos y a la sociedad en general, para exigir la dignificación de las condiciones laborales de las miles de trabajadoras que durante la pandemia fueron consideradas esenciales, pero aún así confinado a la precariedad.