Tres años de cárcel para un hombre que violó a la hija de su pareja desde los 8 años en Santiago
La madre de la víctima, cuando supo que iba a denunciar, "le pidió a su hija que no lo hiciera sin mostrarle apoyo"
31 octubre, 2022 17:59SANTIAGO DE COMPOSTELA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) –
La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, de acuerdo con la conformidad de las partes, ha impuesto tres años de cárcel y el pago de una indemnización y multa de algo más de 7.000 euros para un hombre que agredió sexualmente y violo a la hija de su pareja desde que tenía 8 años y hasta que ella le denunció.
En la sesión, celebrada en Santiago de Compostela, el acusado reconoció los hechos y las partes llegaron a un acuerdo sobre la pena, comprometiéndose a no recurrir la decisión judicial.
A pesar de la dureza de la narración de los hechos, y de que los abusos sexuales se prolongaron durante unos cinco años en dos periodos, las partes acordaron una pena de solo tres años de prisión teniendo en cuenta la aplicación de la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, dado que, aunque la causa de abrió en 2014, "la instrucción duró más de cinco años, demorándose en exceso, sin una complejidad especial".
De hecho, la Audiencia recoge en la sentencia que el caso estuvo "prácticamente paralizado desde el 20 de enero de 2015 hasta el 11 de enero de 2018, periodo en el que no se acordó ninguna diligencia de investigación", apunta.
Abusos y violaciones durante ocho años
Según recoge el auto, la víctima, nacida en Rumanía, llegó a Galicia cuando contaba con siete años de edad, para vivir con su madre y con el nuevo marido de ésta, a quien ella se refería como "papá", dado que "nunca conoció a su padre biológico".
Sin embargo, en torno a los años 2005 a 2006, cuando contaba con solo 8 años de edad, comenzó a ser víctima de agresiones sexuales por parte de su padrastro, algo que ocurría "con una frecuencia de dos a tres veces por semana", cuando se encontraban solos en su casa.
Desde los 9 a los 12 años, la niña regresó a vivir con sus abuelos a Rumanía. Sin embargo, a su llegada a Galicia, el acusado "volvió a las andadas" y, cuando esta tenía 13 años, sumó a los tocamientos y las agresiones sexuales las violaciones, de las que el auto hace una cruda descripción.
La situación estaba dominada por el "clima familiar creado por el acusado", que se atribuía una "autoridad paternalista e impositiva" sobre la joven, con la excusa de "educarla y encaminarla". En la sentencia, la Audiencia apunta a que la madre de la víctima "no supo ver el daño que el acusado estaba causando en la menor y no se posicionó para paralizar esta situación", con lo que la joven "vivió una situación de aislamiento".
El círculo se rompió cuando, sobre 2014, la joven entabló una relación sentimental con un chico, al que contó lo sucedido y que la instó a denunciar los hechos. Cuando la madre de la víctima supo, "instantes antes de la denuncia", lo que iba a suceder, "le pidió a su hija que no lo hiciera sin mostrarle apoyo", apunta la Audiencia. La joven fue acogida por la familia de su pareja, después de que su madre perdiese la custodia.
La audiencia considera los hechos constitutivos de un delito continuado de abuso sexual y, de acuerdo con las partes, condena al acusado a tres años de prisión y el pago de 6.000 euros de indemnización más intereses, así como el pago de una multa de 1.350 euros. Tampoco podrá acercarse o comunicarse con la víctima por un periodo de seis años tras supuesta en libertad.